Más allá del fenómeno mediático del momento, la serie nos da tres aprendizajes aplicables a la forma en que la comunicación y los negocios funcionan.
Por Entrepreneur
Está en todas las conversaciones: la serie surcoreana El Juego del Calamar (Squid Game, 2021) ha irrumpido con fuerza y generado agenda en distintos temas. Hayamos o no visto la serie, sabemos la premisa y tenemos conocimiento de la estética, la narrativa y los conflictos que presenta.
Más allá del fenómeno mediático del momento, la serie nos da tres aprendizajes aplicables a la forma en que la comunicación y los negocios funcionan:
Conocer las motivaciones
Los voluntarios en el juego pueden parecer – a simple vista- un grupo de deudores a quienes les urge el dinero- pero los mueve una fuerza mucho más profunda, (y que le permite a la serie ser un fenómeno mundial). Cuando estamos derivando ideas de negocio o de comunicación, el error más común es que nos quedamos en la etapa más superficial, lo que nos impide realmente tener conexiones valiosas ya sea entre nuestros equipos, los clientes u otras audiencias de interés.
Reglas claras y simples
La serie plantea retos basados en juegos de niños con reglas simples y claras, dos conceptos que nos parecen sinónimos de “fácil” (y no lo son). Las conversaciones más poderosas son difíciles porque tocan emociones, miedos, dudas, frustraciones o carencias, sin embargo, cuando establecemos reglas con objetivos y dinámicas para avanzar, podremos avanzar de manera más constructiva. Además -si a diferencia de la serie- conservamos el espíritu lúdico, nos situamos en un mejor lugar para llegar a resultados diferentes y novedosos.
Obsesionarse con un solo problema (y una sola solución)
Nuestro cerebro funciona con historias y aquellos elementos que faltan, tiende a completarlos para darle sentido a la narrativa, ya sea personal, del negocio, de la familia, del día a día. La mitad de la solución de un problema es que esté bien identificado, de lo contrario, se convierte en un punto de fuga de recursos, energía y tiempo persiguiendo una solución que será insuficiente (e inalcanzable).
La comunicación es una parte clave en la construcción de los negocios: desde nuestra narrativa personal, la voz con la que nos hablamos a nosotros mismos, hasta lograr que las ideas se transformen en una solución implementable, gracias al compromiso y apoyo del equipo, y la forma en que transmitimos a nuestra comunidad la manera en que podemos resolver una necesidad.