Las protestas de este miércoles congestionaron el tráfico durante varias horas en la mañana.
Por EFE
Chóferes de autobuses del transporte público y taxis paralizaron el servicio y bloquearon calles en varias regiones de Panamá en rechazo al alza del combustible, dejando varados a miles de usuarios, en una protesta que dejó al menos 9 detenidos según fuentes sindicales.
Las protestas se registraron en cinco de las 10 provincias que tiene el país -sin afectar a la capital- con bloqueos al tráfico en la carretera Interamericana y en algunas vías internas de comunidades, para exigir una congelación de los precios del combustible.
El costo de los combustibles se ajusta cada dos semanas en Panamá, un importador neto, y desde hace un tiempo solo han subido, cotizando ahora 0,977 dólares el precio de la gasolina de 95 octanos; en 0,951 dólares la de 91 octanos y 0,869 el diésel en las provincias de Panamá y Colón.
En el resto del país los precios son más altos, llegando a un máximo de 1,028 dólares, 1,001 dólares y 0,919 dólares el litro de las gasolinas de 95, 91 y el diésel, respectivamente.
Las protestas de este miércoles congestionaron el tráfico durante varias horas en la mañana, como sucedió en la provincia de Panamá Oeste, aledaña a la capital, donde miles de personas no pudieron llegar a tiempo a sus lugares de trabajo o incluso citas médicas, según narraron a los medios algunos de los afectados.
Muchas personas tuvieron que buscar la mejor manera de poder llegar a sus destinos caminando largas distancias a pie para buscar algún medio de transporte.
En la provincia caribeña de Colón, igual se dieron protestas y bloqueo de calles por parte de transportistas en rechazo al alza del combustible, pero también de otros sectores organizados que exigen al Gobierno más plazas de trabajo y más políticas en salud, educación y mejoramiento de esta región del país.
Las protestas en Colón llevaron a la actuación de agentes de la Policía Nacional, que detuvieron al menos a 9 de los manifestantes, según dijo a los periodistas el dirigente magisterial Felipe Cabeza.
Cabeza indicó que la falta de respuesta del Gobierno Nacional a los problemas de Colón «es lo que nos tiene en las calles, ahora exigiendo también la libertad de los compañeros que fueron detenidos».
La ciudad de Colón, ubicada a orillas del Mar Caribe y a 80 kilómetros al norte de la capital, es una de las más pobres y conflictivas del país y sus calles son testigo de constantes peleas entre pandillas, ajustes de cuentas y homicidios.