Las instituciones acordaron aumentar en 16.000 millones de euros el presupuesto, hasta los 1,09 billones de euros.
Por EFE
Los países de la Unión Europea (UE) y la Eurocámara dieron este martes un paso fundamental para poner en marcha su billonario plan de recuperación económica por la pandemia de coronavirus al alcanzar un acuerdo sobre su marco financiero para 2021-2027.
Tras dos meses de intensas negociaciones con mediación de la Comisión Europea (CE), las instituciones acordaron aumentar en 16.000 millones de euros (unos 18.900 millones de dólares) el presupuesto, hasta los 1,09 billones de euros (unos 1,29 billones de dólares), e introducir en los próximos años nuevas tasas y medidas de ingresos para alimentar las arcas comunitarias.
«Hemos estado luchando muy duro, sin descanso, para asegurar que lográbamos un acuerdo positivo para el corto y largo plazo (…), para que Europa tenga los medios para abordar la pandemia de covid-19 y para apoyar la recuperación y la resiliencia de nuestras sociedades en los próximos años», dijo el presidente de la comisión parlamentaria de Presupuestos, Jan van Overtveldt, en una rueda de prensa.
El embajador alemán ante la UE, Michael Clauss, cuyo país ocupa la presidencia del Consejo este semestre y ha liderado la negociación, calificó el acuerdo de «equilibrado» y urgió a los Estados y la Eurocámara a dar rápido el visto bueno definitivo.
«Necesitamos urgentemente que el fondo de recuperación esté en marcha para amortiguar las extremas consecuencias económicas de la pandemia. Espero que todo el mundo entienda la urgencia de la situación y ayude ahora a despejar el camino para una rápida implementación del presupuesto europeo y el paquete de recuperación. Nadie necesita más barreras y retrasos», dijo.
MÁS PRESUPUESTO
El acuerdo contempla un aumento de 16.000 millones de euros para programas como el Erasmus + (2.200 millones más), el de ciencia e investigación Horizonte (4.000 millones), los de gestión de fronteras (1.500 millones) o el programa de salud Health4EU (600 millones).
El incremento, reclamado por el Parlamento para engrosar programas que consideran clave, se queda por debajo de los 39.000 millones (unos 46.200 millones de dólares) que pedían en su última propuesta, pero es superior a los cerca de 10.000 millones (11.800 millones de dòlares) que había ofrecido el Consejo (los países) inicialmente.
El grueso del aumento, unos 11.000 millones (unos 13.000 millones de dólares), saldrá de las multas que impone Bruselas por infracciones a la competencia.
El plan «jugará un papel fundamental para apoyar la recuperación y asegurar que los beneficiarios tradicionales de fondos europeos reciban medios suficientes para continuar con su trabajo en estos tiempos difíciles», se congratuló el comisario europeo de Presupuesto, Johannes Hahn.
NUEVAS FUENTES DE INGRESOS
El acuerdo incluye además nuevas fuentes de recursos propios para alimentar el presupuesto y costear la devolución de la deuda que emitirá la CE para financiar el Fondo de Recuperación, e incorpora un calendario para su introducción como reclamó el PE.
Además de una contribución vinculada al uso de plásticos a partir de 2021, la hoja de ruta incluye ingresos procedentes del sistema de comercio de emisiones a partir de 2023, probablemente vinculado a un mecanismo de ajuste de carbono en frontera.
También una tasa digital, desde 2024, y una tasa sobre las transacciones financieras que la Comisión propondría en 2024 con vistas a aplicarla en 2026, así como contribuciones ligadas al sector corporativo o una nueva base común para el impuesto de sociedades, a partir de 2026.
El compromiso es que esta «cesta» de recursos «sea suficiente para pagar la deuda» de modo que no haya que recortar programas presupuestarios en el futuro para ello, explicó el eurodiputado José Manuel Fernandes, negociador por el PE.
Por otra parte, se otorga a la Eurocámara un papel en la supervisión del uso del Fondo de Recuperación no previsto hasta ahora, a través de un proceso de «diálogo» con el Consejo.
RECTA FINAL PARA LA ENTRADA EN VIGOR
Los líderes comunitarios acordaron en julio el presupuesto 2021-2027 (fijado entonces en 1,074 billones de euros o o 1,27 billones de dólares) y un Fondo de Recuperación con 750.000 millones (unos 887.000 millones de dólares), pero para activarlos era imprescindible el consenso con la Eurocámara.
El presupuesto era el último gran escollo para ello después de que la semana pasada pactasen el mecanismo que condicionará los fondos europeos al respeto al estado de Derecho y a falta de consensuar el reglamento sobre el acceso al Fondo de Recuperación.
El acuerdo debería allanar el camino para que los Estados miembros inicien la ratificación en sus parlamentos nacionales la legislación que permitirá a la Comisión emitir la deuda para financiar el Fondo de Recuperación, algo que varios se negaban a hacer hasta tener un acuerdo sobre todo el paquete de recuperación.
Sin embargo, el proceso podría toparse ahora con el bloqueo de Hungría y Polonia, que han sido expedientados por Bruselas por sus problemas con el estado de Derecho y están descontentas con el mecanismo que permitirá suspender el pago de fondos europeos si este no se respeta.
Aunque no pueden vetar la aprobación de este vínculo, que requiere solo del apoyo de una mayoría cualificada de países, sí pueden bloquear el acuerdo sobre el marco financiero o sobre los recursos propios, puesto que ambas requieren unanimidad, así como «secuestrar» el Fondo en sus parlamentos nacionales.
Budapest ya ha advertido por carta a las instituciones de que no puede apoyar el paquete de recuperación si incluye este mecanismo.
Fuentes europeas apuntan a que es demasiado pronto para decir si estos países levantarán el bloqueo y que la presidencia alemana está en contacto con ambos al respecto, pero aseguran que no se reabrirá el acuerdo sobre el Estado de Derecho.
El objetivo era que tanto el presupuesto como el Fondo de Recuperación estuvieran en vigor el 1 de enero, pero Bruselas ya da por sentado que, al menos, la emisión de deuda para el Fondo no comenzará hasta el verano.