El Salvador coopera con Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá para promover tecnologías de adaptación basadas en los ecosistemas en el Corredor Seco Centroamericano
Por EFE.
Un informe señala que los impactos del cambio climático «ya están afectando gravemente» a los medios de vida y a la economía de El Salvador, pero, a su vez, destaca los políticas y planes del país centroamericano para enfrentar dicha situación.
Se trata del informe denominado América Latina Perspectivas Económicas 2022, elaborado en un trabajo conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Corporación Andina de Fomento (CAF), la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el cual se presenta coincidiendo con la Cumbre del Clima COP27.
El documento señala que como respuesta a los impactos del cambio climático, El Salvador cuenta con el Plan Nacional de Cambio Climático (2022-26), que fue sometido a consulta pública en 2022 y servirá como herramienta de referencia estratégica para las medidas de la administración pública.
Además, la Política Energética Nacional 2020-2050 define objetivos estratégicos a largo plazo para el sistema energético de El Salvador, incluyendo el desarrollo de fuentes de energía renovables para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados, apunta.
Sobre la mitigación, El Salvador está desarrollando una Estrategia Climática de Largo Plazo (ED 2050), con el apoyo de EUROCLIMA+ y la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas de España.
El Salvador participa, indica el documento, en la iniciativa «Avanzando en un enfoque regional de la e-movilidad en América Latina del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Fondo Verde para el Clima (FVC). La adaptación juega un papel crucial en El Salvador, enfatiza.
Se espera que antes que finalice el 2022 se ponga en marcha un proyecto para elaborar un Plan Nacional de Adaptación, con el apoyo del PNUMA y el FVC, señala.
En el documento se destaca que en la actualidad hay dos grandes proyectos regionales de adaptación en marcha.
Se trata del proyecto RECLIMA que aplica un enfoque paisajístico integrado en la zona del corredor seco del país, con apoyo del GCF y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Para mejorar la resiliencia climática de las comunidades rurales y los ecosistemas de la región de Ahuachapán-Sur, El Salvador promueve la restauración del paisaje forestal de bosques, alternativas productivas y la producción de información climática e hidrológica, con el apoyo del Fondo de Adaptación de las Naciones Unidas y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), apunta.
Las asociaciones internacionales de El Salvador se centran principalmente en la conservación y restauración del medio ambiente, subraya.
El Salvador coopera con Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá para promover tecnologías de adaptación basadas en los ecosistemas en el Corredor Seco Centroamericano, con el apoyo de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, el PNUMA y la FAO.
El país centroamericano también trabaja con el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) en el desarrollo urbano sostenible del área metropolitana de San Salvador, con el apoyo del PNUD (2019), y en la gestión integrada del paisaje y la restauración de tierras en el área de conservación de El Imposible-Barra de Santiago, con el apoyo del Banco Mundial (2021),.
Se restauran los ecosistemas de las zonas degradadas del Complejo Jaltepeque, con el apoyo financiero de la Unión Europea y Alemania, recalca.
En cuanto a la financiación verde, el país centroamericano estableció la Mesa de Financiamiento Climático para la implementación de una estrategia financiera para movilizar y hacer un seguimiento de la financiación pública y privada de los planes de aplicación sectorial para sectoriales para alcanzar sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC).
Además, para revertir su alto grado de degradación ambiental principalmente debido a las actividades agrícolas y los incendios, El Salvador estableció un programa nacional de REDD+ (Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación de los Bosques) para acceder a la financiación de la restauración de ecosistemas y paisajes.
El informe también destaca que la pobreza en El Salvador ha disminuido del 40,4 % en 2016 al 30,7 % en 2020, aunque se mantuvo por encima del promedio de América Latina y el Caribe (ALC) del 26,3 %.
La pobreza extrema también se redujo en ese período del 10,7 % a 8,3 %, por debajo del promedio de ALC (8,7 %). La población que vive en hogares completamente informales era 54,4 % en 2018, por encima del promedio de ALC (36,3 %).
En cuanto a los indicadores ambientales, en 2019, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) per cápita fueron de 2,0 toneladas de dióxido de carbono equivalente (t CO2 e), inferiores a los promedios de ALC (6,3) y de los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (9,1), agrega.