Durante el último año Yellow y los Teamsters han estado trenzados en negociaciones.
Por EFE
La compañía de transporte de carga Yellow, la tercera más grande de Estados Unidos, se ha declarado en bancarrota, lo que dejará sin empleo a más de 30.000 trabajadores, informaron medios este lunes.
La empresa, con sede en Nashville (Tennessee), se puso el domingo bajo el amparo del Capítulo 11 ante el Tribunal de Bancarrotas para el Distrito de Delaware.
«Es con una profunda decepción que Yellow anuncia su cierre después de casi cien años en el negocio» indicó en un comunicado el director ejecutivo de la firma, Darren Hawkins.
«Hoy no es común que alguien trabaje para una compañía 20, 30 o aun 40 años, pero muchos en Yellow lo han hecho. Durante generaciones, Yellow dio a cientos de miles de personas empleos firmes, bien pagados y carreras satisfactorias”, añadió.
La decisión, que lleva a la mayor quiebra en el sector de camiones de transporte, cancela toda esperanza de que Yellow pudiera encontrar un inversionista dispuesto a socorrerla a último momento.
En su presentación ante el Tribunal de Bancarrotas, Yellow calculó que sus activos tienen un valor de 2.150 millones de dólares y sus deudas suman 2.590 millones de dólares.
Las deudas aseguradas incluyen 484,3 millones de dólares en un préstamo en el cual el acreedor mayor es Apollo Management, y unos 737 millones de dólares de un préstamo del Departamento del Tesoro.
La compañía no ha caído en moratoria en los pagos de su deuda principal asegurada, lo cual indica que los acreedores asegurados bien podrían recibir pagos cuando la firma proceda a la venta de sus activos.
«La noticia es desafortunada pero no es una sorpresa», dijo en un comunicado el presidente del sindicato Teamsters, Sean O’Brien, cuando Yellow anunció el cese de operaciones a fines de julio.
«Yellow ha demostrado históricamente que no podía manejarse a pesar de los miles de millones de dólares en concesiones de los trabajadores», añadió.
La firma, recordó O’Brien, ha recibido cientos de millones de dólares en fondos de socorro del Gobierno federal. “Este es un día triste para los trabajadores y para la industria de fletes en el país», abundó.
Hace menos de tres años, en medio de la pandemia, Yellow aceptó un préstamo de más de 700 millones de dólares del Gobierno federal a cambio de una participación del 30 % en la firma. Esa ayuda le permitió mantenerse a flote durante un plan de reestructuración.
Durante el último año Yellow y los Teamsters han estado trenzados en negociaciones y la firma no pudo aplicar su propuesta para un cambio de operaciones que había calificado como crucial para su supervivencia.
Yellow cuenta con una flota de alrededor de 12.000 camiones para el reparto de fletes de mediano tamaño en todo el país para compañías como Walmart y Home Depot.
En mayo, Yellow informó que en el primer trimestre de este año había tenido pérdidas por 54,6 millones de dólares.
A fines de junio la compañía inició una querella judicial contra los Teamsters demandando 137 millones de dólares con el argumento de que el sindicato la había puesto en una «espiral fatal» al oponerse a la reestructuración y modernización de sus operaciones.
La situación alcanzó un momento decisivo en julio cuando Yellow no efectuó los pagos requeridos por el convenio colectivo.
El 23 de julio la compañía eludió por poco una huelga cuando obtuvo una extensión de 30 días para el pago de esas contribuciones.