En 2020, países como Colombia, El Salvador y la República Dominicana, registraron un incremento de las remesas recibidas entre junio y septiembre tras la caída en picada en abril y mayo.
Por Revista Summa
El impacto del COVID-19 tiene un efecto directo en la vida de mil millones de personas que reciben remesas familiares. Una de cada siete personas en el mundo, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas, se beneficia del envío de dinero desde un país diferente al suyo.
Entre las secuelas económicas del COVID-19, se prevé en 2021 una reducción de 14% en las remesas mundiales, en comparación con 2019, según estimaciones del Banco Mundial. Sin embargo, Latinoamérica sería una de las regiones menos afectadas, con una reducción del 0,2% en 2020 y 8% en 2021, de acuerdo con este reporte.
La razón: la economía estadounidense, donde están entre el 90% al 95% de los migrantes latinoamericanos, se recuperó parcialmente de los niveles bajos que tuvo en abril y en el segundo trimestre de 2020, según sostiene Dilip Ratha, economista en jefe para temas de migración y remesas del Banco Mundial.
Envío de remesas y transacciones “con sana distancia”
En 180% aumentó el uso de billeteras digitales en América Latina durante 2020, según datos de empresas privadas. Las cuarentenas obligatorias y cierre de negocios considerados no esenciales, impulsó la adopción de estos modelos tecnológicos. Esto ha permitido que personas y negocios en todo el mundo accedan a la economía digital. Hugo Padilla, presidente de MeDo Pay, una billetera digital respaldada por la red para transacciones financieras en Estados Unidos ACH (Automated Clearing House), destaca la importancia de contar con herramientas que faciliten a las personas el envío y recepción de dinero, justo cuando la pandemia golpea fuerte la región, con repunte de los casos en Brasil, Colombia, Venezuela, Argentina, Perú, entre otros.
Las remesas son esenciales para los hogares venezolanos en un país cada vez más dolarizado. En 2020 descendieron a cerca de mil millones de dólares, pero en 2021, al atenuarse el impacto de la pandemia en la economía global, deberían elevarse hasta un mínimo de 1.500 millones de dólares. MeDo Pay fue concebida para facilitarle a los venezolanos el envío de remesas y, además, realizar transacciones de compra y venta de bienes y servicios, incluyendo divisas.
70% de los más de 400 mil migrantes venezolanos que viven en Estados Unidos envía entre 20-25% de sus ingresos a Venezuela, a pesar de las innumerables restricciones y controles presentes en ese país, según reporte del Dialogo Interamericano de Desarrollo (www.thedialogue.org).
El flujo de remesas a Venezuela es ahora una importante materia prima y la segunda fuente más importante de ganancias después del petróleo. Representan, de acuerdo Ecoanalítica, entre un 4 y 5 % del PIB de Venezuela. Los flujos de remesas llegan a más de 2 millones de hogares receptores, más del 35% de los hogares del país.
Datos
En 2020, países como Colombia, El Salvador y la República Dominicana, registraron un incremento de las remesas recibidas entre junio y septiembre tras la caída en picada en abril y mayo.
Antes de la pandemia, Latinoamérica era una de las regiones con mayor crecimiento en el flujo de remesas. Las remesas en Latinoamérica y el Caribe crecieron 7,4% (USD 96 000 millones) en 2019, manteniendo un ritmo de crecimiento sostenido durante 10 años consecutivos.