Asegúrese de respaldar información importante o confidencial y en caso necesario tome las precauciones necesarias para eliminar toda la información de sus dispositivos antes de desecharlos.
Por Revista Summa
Si usted desea reemplazar su computadora, tableta, celular o cualquier otro dispositivo tome la previsión de no exponer la información que tiene en sus artículos electrónicos, los cuales suelen almacenar documentos personales o empresariales, confidenciales, contraseñas y hasta información bancaria como datos de tarjetas de crédito, entre otros, los cuales podrían ser utilizados por terceros si no se hace la “limpieza” del dispositivo antes de desecharlo.
De acuerdo a Gustavo Conejo, experto de la comisión de Big Data del Colegio de Profesionales en Informática y Computación (CPIC), es importante que en el caso de las empresas se defina una política de seguridad de la información, y para ello es clave que las personas asignadas a los activos establezcan una clasificación de la información. De esta forma se podrán aplicar controles correctos para la destrucción o respaldo correspondiente.
“En lo asociado a eliminación o destrucción, se definen las normas específicas para el desecho seguro de la información. En algunos casos será requerida la destrucción física del medio empleando equipo especializado; en otros casos por no contener información sensible las empresas o las personas podrán usar un software para formateo de bajo nivel”, dijo Conejo.
Agregó que en el país existen empresas certificadas, que pueden ejecutar la destrucción segura de medios magnéticos que contengan información sensible o confidencial; contando con una certificación formal del proceso.
En el caso de tabletas o celulares se deberá retirar la tarjeta SIM y las memorias microSD si las tiene. Posteriormente, será necesario restablecer la configuración de fábrica, para eliminar toda información.
Por otra parte, al momento de eliminar el dispositivo, se recomienda retirar las baterías recargables y reciclarlas por separado, pues contienen sustancias nocivas que no deberían llegar a los rellenos sanitarios. Algunos aparatos eléctricos contienen metales pesados como el bromo, plomo, litio y mercurio, los cuales sin un adecuado tratamiento de desecho contaminaría el ambiente y podrían dañar la salud.
Expertos recomiendan que si los aparatos aún funcionan lo ideal es ofrecerlos en el mercado de segunda mano. Si estos no funcionan se recomienda hacer un desecho correcto, como llevarlos a centros de reciclaje especializados.
Según datos de Solirsa, en Costa Rica se estima que se generan aproximadamente unas 67.000 toneladas anuales de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAAE), de la cuales, solamente unas 5.100 toneladas (aproximadamente el 8%) son recicladas por el sistema formal.
Las restantes más de 60 mil toneladas al año son mezcladas con la basura convencional, y recolectadas por el sector informal o tienen un destino desconocido lo cual conlleva un potencial daño irreversible al ambiente y a la salud humana.