En las sesiones, que este año se desarrollan con el lema «Reconstruir la confianza y reactivar la solidaridad mundial.
Por EFE
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, viajó este lunes a Nueva York para participar en la 78 Asamblea General de la ONU, donde tiene previsto reunirse con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, para hablar sobre la crisis migratoria regional.
Cortizo estará presente en la apertura de la Asamblea General de la ONU, que tendrá lugar en la sede de Naciones Unidas, y se dirigirá ante el pleno del organismo mundial la tarde de este martes 19, dijo un comunicado del Gobierno panameño.
En las sesiones, que este año se desarrollan con el lema «Reconstruir la confianza y reactivar la solidaridad mundial», la ONU se propone acelerar las acciones dentro de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, señala la información oficial.
El mandatario panameño viajó acompañado de la primera dama, Yazmín Colón de Cortizo y de la canciller, Janaina Tewaney Mencomo.
La canciller Tewaney dijo el 6 de septiembre que durante la Asamblea General de la ONU estarán «articulando de manera bilateral (citas) con aquellos países que están involucrados en el tema migratorio», y que una de estas será la que sostendrán Cortizo y Petro.
La «única bilateral» que sostendrá Cortizo en ONU «será con el presidente Petro» y «probablemente conversen de eso», el creciente flujo de migrantes irregulares que recorre América con destino a Estados Unidos, indicó la canciller, que adelantó que el encuentro se celebrará «el mismo día» que el mandatario panameño ofrezca su discurso en la Asamblea.
Dos días después, Cortizo confirmó el encuentro al afirmar que «en efecto, él y yo tenemos una bilateral, pero solamente él y yo (…) una bilateral a 4 ojos», y explicó que él ha pedido que esta cita sea sin la presencia de funcionarios.
Este sábado en su intervención durante la reunión del Grupo de los 77 y China (G77+China) celebrada en La Habana, Cuba, Tewanwy pidió una mayor «coordinación» para ejecutar «políticas migratorias efectivas y realistas» que garanticen los derechos humanos de los cientos de miles de personas que cruzan la selva del Darién.
Además Tewaney solicitó a las delegaciones que sus Gobiernos también atiendan «las causas» -como la violencia y el cambio climático- que llevan a la «migración irregular», «desorganizada» y «no coordinada».
«Por favor, Darién no es una ruta y no lo puede ser», remarcó la canciller panameña, destacando que solo este año Panamá prevé que entre 400.000 y 500.000 personas crucen la selva darienita en su trayecto hacia EE.UU. y que, en lo que ha transcurrido del año su país ha recibido cuatro veces más migrantes que en un periodo de cinco años.