Fedefarma pone sobre la mesa la necesidad de acelerar la implementación de estudios clínicos en Costa Rica para obtener beneficios en pro de la salud del país.
Por Revista Summa
Costa Rica tiene un alto potencial para la investigación biomédica en la región, gracias a que cuenta desde hace varios años con un marco jurídico adecuado para desarrollar estudios clínicos. Adicionalmente, tiene una infraestructura pública y privada con capacidad para administrar las investigaciones; y gracias al sistema EDUS, existe una base de datos detallada sobre la salud de los pacientes.
Con estas condiciones, la investigación biomédica debería ser prioritaria para nuestro sistema de salud. Un análisis realizado por el Grupo de Investigación Biomédica del Hub de Ciencias de la Vida, estima que si entre 300 y 600 pacientes por año participaran en estudios clínicos, en un periodo de 10 años se generarían ahorros e ingresos de entre US$350 y US$650 millones para la seguridad social.
Estos ahorros representan una oportunidad para que nuestro sistema de salud pueda dirigir estos recursos a otras necesidades. Victoria Brenes, Directora Ejecutiva de Fedefarma indica que “la liberación de recursos permitirá a las autoridades sanitarias invertir en otras prioridades de salud. Adicionalmente, el sector privado está en la disposición de realizar estudios y el marco normativo está claramente definido para que los pacientes sean los mayores beneficiados”.
Fedefarma participa en la iniciativa denominada Hub de Ciencias de la Vida para darle un impulso a la investigación biomédica en Costa Rica, junto con autoridades de la Caja Costarricense del Seguro Social y otros actores del sector salud.
“Es importante que nuestros países continúen avanzando en investigación biomédica y que se haga un esfuerzo conjunto entre el sector privado y el sector público, ya que la inversión es relativamente baja comparada con el ahorro significativo que se puede generar y el impacto positivo en los pacientes, a quienes se les abre la posibilidad de contar con tratamientos innovadores anticipadamente” señaló Virginia Cozzi, especialista en inmunología y gerente de operaciones clínicas de Roche Caribe, Centroamérica y Venezuela.
Las investigaciones biomédicas vienen en aumento en el mundo. Según la página clinicaltrials.gov (el mayor registro de ensayos clínicos del mundo administrado por la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos), actualmente Centroamérica está implementando 272 estudios biomédicos. Aunque cualquier enfermedad puede ser objeto de investigación, actualmente se estudia con mayor énfasis oncología, enfermedades infecciosas, metabólicas, cardiovasculares, y recientemente las enfermedades raras, de acuerdo con la doctora Cozzi.
Los procesos de investigación biomédica se realizan en Costa Rica de forma responsable, siguiendo los protocolos de la Ley Reguladora de la Investigación Biomédica (No. 9234 del 22 de abril de 2014) que reglamenta la participación de seres humanos en estos estudios. Como parte de los beneficios, los pacientes reciben atención completamente personalizada de un equipo de investigación multidisciplinario, que incluye médicos y otros profesionales de la salud familiarizados con los tratamientos disponibles, sin costo adicional.
Lograr que la investigación biomédica sea una prioridad en la agenda de salud pública del país contribuirá a mejorar el sistema y evitar el crecimiento de las listas de espera y de la judicialización de la salud. “Es necesario priorizar la investigación biomédica y entenderla como un mecanismo de oportunidad para mejorar los resultados para los pacientes, contribuir a la sostenibilidad de los sistemas de salud, e impulsar el crecimiento para nuestros países” concluyó Brenes.