Alianza estratégica con Geocycle El Salvador, le permite a la compañía minimizar su huella ambiental por medio de novedosos procesos que transforman los residuos en una materia prima o en un combustible utilizado para producir cemento.
Por Revista Summa
En el marco del Día Mundial de la Energía, la planta de producción de Kimberly-Clark ubicada en Sitio del Niño, en El Salvador comparte el logro de convertirse en una operación Cero Desechos al reutilizar, reciclar y co-procesar el 100% de los residuos que se generan en sus operaciones.
Este hito ambiental le permite a la compañía avanzar a nivel global y local con sus metas ambientales establecidas para el 2030 y minimizar su impacto en el proceso productivo. Además, se alinea con el objetivo de esta efeméride al utilizar responsable y eficientemente los recursos energéticos para promover las energías limpias y cuidar nuestro ambiente.
Para ser una operación Cero Desechos, Kimberly-Clark invierte anualmente cerca de US$1 millón en El Salvador.
También, implementó la metodología de mejora continua conocida como Lean Six Sigma, así como procesos de diagnóstico para la cuantificación de los residuos de la planta e identificación de su aprovechamiento, entre ellos, el compostaje de los desechos orgánicos generados en la operación.
Pasos sólidos en materia ambiental
La planta de producción de Kimberly-Clark en El Salvador es la operación más grande de Latinoamérica, en el negocio de papel tissue de nuestra corporación, la cual se destaca por implementar buenas prácticas ambientales. Además de ser Cero Desechos utiliza diferentes mecanismos internos en su planta para optimizar el manejo de las aguas residuales, el uso racional de este recurso, el control de las emisiones de dióxido de carbono, la eficiencia energética, así como la prevención de eventos ambientales, entre otros.
“En Kimberly-Clark celebramos este hito ambiental gracias al compromiso de nuestros colaboradores, quienes se han capacitado para realizar una separación correcta de los residuos, reducir los materiales no reciclables, hacer compostaje interno y co-procesar todos aquellos materiales que nos permiten mejorar los indicadores ambientales mensualmente y optimizar los recursos”, concluyó Sandro De Ponte, gerente de la planta de Sitio del Niño para Kimberly-Clark.
Un modelo de economía circular
Con el fin de minimizar su impacto en el ambiente y emplear el modelo de economía circular, desde hace nueve años, Kimberly-Clark trabaja en conjunto con su aliado estratégico Geocycle el Salvador, empresa líder en la gestión de residuos.
En esta planta de Kimberly-Clark, el proceso de producción del papel higiénico (Scott) y los pañuelos faciales (Kleenex), generan un tipo de residuo conocido como lodos de papel, los cuales representan el 75% de los desechos generados en el proceso.
Como parte de la solución -desde el 2016 la planta de Kimberly-Clark invirtió en un proceso de secado de lodos de papel- para disminuir la humedad de los mismos y mejorar las características del material para su adecuado proceso.
Gracias a la sinergia de ambas compañías, el 100% de los lodos de papel son llevados a la planta de Geocycle donde son pre-procesados y posteriormente enviados al horno cementero de Holcim El Salvador, donde son co-procesados, incorporando el valor mineral y energético del lodo de papel en el proceso de producción de clinker, materia prima del cemento.
A través de este proceso de sustitución de combustibles fósiles y materias primas minerales, se trasforman los lodos de papel, dando paso a la economía circular.
Hoy en día, además de los lodos de papel Geocycle recibe otros materiales, entre ellos, elementos no reciclables como plásticos y desechos de aceites para también ser correctamente procesados.
“Convertirnos en aliados de Kimberly-Clark y apoyarlos en su camino -hacia la meta ambiental de Cero Desechos- nos llena de mucho orgullo, no sólo por el prestigio del que goza la compañía, sino porque tenemos una visión compartida al generar negocios sostenibles e impulsar el modelo de economía circular”, comentó Jorge Peña, gerente de Geocycle El Salvador.
Actualmente, el co-procesamiento es considerado como una solución práctica, innovadora y sostenible para la correcta disposición de los desechos. Por esta razón, Kimberly-Clark la utiliza en sus operaciones en el país como ejemplo de una buena práctica ambiental.
Asimismo, Geocycle por naturaleza es una empresa amigable con el medio ambiente, dedicada a ofrecer soluciones de tratamiento de residuos basadas en un proceso industrial único (co-procesamiento). En los últimos años, la compañía ha realizado inversiones por más de 4 millones de dólares en la compra de nuevos equipos con mayor capacidad y eficiencia energética, buscando apoyar la gestión de residuos de sus clientes.
Manejo de los residuos valorizables
Además del co-procesamiento, en la planta de producción del Sitio del Niño se emplean otros métodos de disposición final de los residuos, entre ellos, el reciclaje y la reutilización. En la actualidad, estos materiales son entregados a otros proveedores quienes los utilizan, para la elaboración de nuevos productos, por ejemplo, bolsas de basura y la exportación de piezas de metal para el aprovechamiento internacional de otras industrias.
Los residuos valorizables que genera Kimberly-Clark en esta operación, corresponden a plástico, aceite, madera, metal, cartón, entre otros.
Gracias al trabajo conjunto y al compromiso ambiental de Kimberly-Clark y Geocycle, hoy podemos garantizar que es posible un futuro sin residuos. “Esta alianza estratégica, nos permite tener una relación ganar-ganar y además, estamos dando un paso muy importante hacia una visión retadora del manejo de los desechos, asegurando un mejor futuro y bienestar para nuestro país”, concluyó Sandro De Ponte, gerente de la planta de Sitio del Niño, Kimberly-Clark.