El peso es algo personal que no todo el mundo desea revelar. Para proteger la intimidad de las personas, la aerolínea dice que ha anonimizado los datos.
Por CNN Español
Quítate los zapatos. Saca las llaves del bolsillo. ¿Súbete a la báscula?
Pues sí: la Autoridad de Aviación Civil de Nueva Zelandia pidió que su aerolínea nacional pese a los pasajeros que salen en vuelos internacionales desde el Aeropuerto Internacional de Auckland hasta el 2 de julio de 2023.
El programa, que Air New Zealand llama «encuesta sobre el peso de los pasajeros», es una forma de recopilar datos sobre la carga y la distribución del peso de los aviones, explicó la aerolínea.
«Pesamos todo lo que va en el avión: desde la carga hasta las comidas a bordo, pasando por el equipaje en la bodega», dijo en un comunicado Alastair James, especialista en mejora del control de carga de la aerolínea. «Para los clientes, la tripulación y las maletas de cabina, utilizamos pesos medios, que obtenemos haciendo esta encuesta».
Aun así, el peso es algo personal que no todo el mundo desea revelar. Para proteger la intimidad de las personas, la aerolínea dice que ha anonimizado los datos.
Se pedirá a los viajeros que se suban a una báscula digital al hacer check in de su vuelo. La información sobre su peso se enviará a la encuesta, pero no podrá verse en la pantalla del agente.
También colocarán su equipaje en otra báscula idéntica para pesarlo por separado.
«Sabemos que subirse a una báscula puede ser desalentador. Queremos asegurar a nuestros clientes que no hay ninguna pantalla visible en ningún sitio. Nadie puede ver su peso, ni siquiera nosotros», afirma James.
No es la primera vez que Air New Zealand pide a los pasajeros que se suban a la báscula antes de abordar. Los pasajeros nacionales participaron en una encuesta en 2021, pero la de los viajeros internacionales se retrasó debido a la pandemia.
Entre las personas a las que se puede pedir que participen en la encuesta están las que viajan en el vuelo directo de Auckland al aeropuerto JFK de Nueva York.
Esta ruta emblemática, de 17 horas de duración, se implementó el otoño boreal pasado como eje de la estrategia pospandémica de la aerolínea. También es uno de los vuelos más largos del mundo.