Los objetivos de reducción de alimentos se calcularán en comparación con la cantidad generada en 2020.
Por EFE
Los Estados miembros de la Unión Europea acordaron hoy una posición común sobre la revisión de la Directiva para reducir el desperdicio alimentario y reciclar más textil, lo que permite al Consejo de la UE iniciar negociaciones con el Parlamento Europeo para configurar la normativa definitiva.
«Dado que los sectores alimentario y textil son el primero y el cuarto más intensivos en recursos respectivamente, el acuerdo de hoy representa un paso crucial hacia una economía europea más sostenible y circular», declaró el responsable belga de Medioambiente, Alain Maron, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
La Comisión Europea presentó hace un año su propuesta legislativa, que deben negociar después el Consejo (los países) y el Parlamento Europeo (los grupos políticos).
En el enfoque común adoptado hoy en el Consejo, los países aceptan objetivos vinculantes para reducir el desperdicio alimentario, que asciende a 131 kilos por habitante al año, que representan 132.000 millones de euros al año, según datos de la Comisión Europea.
Además, el desperdicio de alimentos representa alrededor del 16 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del sistema alimentario de la UE.
Los países quieren que en 2030 se reduzca el desperdicio en un 10 % en procesamiento y manufactura, como proponía la Comisión pero por debajo del 20 % que quiere la Eurocámara, y un 30 % per cápita en el comercio minorista, restaurantes, servicios de alimentos y hogares, frente al 40 % que reclama el Parlamento Europeo.
Los objetivos de reducción de alimentos se calcularán en comparación con la cantidad generada en 2020 y los países abogan por introducir factores de corrección para tener en cuenta las fluctuaciones en el turismo y los niveles de producción en el procesamiento y manufactura de alimentos en relación con el año de referencia.
En cuanto al sector textil, la actual Directiva, en vigor desde 2008, obliga a los estados miembros a asegurar la recolección separada de textiles para su reutilización, preparación para la reutilización y reciclaje para el 1 de enero de 2025.
La UE genera 12,6 millones de toneladas de residuos textiles por año y sólo la ropa y el calzado representan 5,2 millones de toneladas, es decir, unos 12 kilos de residuos por persona cada año.
La posición acordada por los países prevé que la Comisión establezca, para finales de 2028, objetivos específicos para la prevención de residuos, recolección, preparación para la reutilización y reciclaje del sector de residuos textiles.
Además, según el enfoque de los Veintisiete, se debería de exigir a las marcas de moda y a los productores textiles pagar tarifas para ayudar a financiar los costos de recolección y tratamiento de residuos textiles.
«Como prevenir los residuos es la mejor opción, el enfoque general establece que los Estados miembros pueden exigir tarifas más altas para las empresas que sigan prácticas industriales y comerciales de ‘moda rápida'», señaló el Consejo de la UE.