Ayer hubo unos 700 arrestos tras los saqueos que se vivieron al caer la noche en partes de Manhattan y El Bronx.
Por EFE
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este martes que amplía el toque de queda hasta este domingo debido a los disturbios y saqueos que han seguido a las protestas pacíficas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía, condenó la violencia y aseguró que «vienen duros días» pero la ciudad «superará» el conflicto.
«Tomo pasos inmediatos para asegurar que hay paz y orden hoy y esta noche, toda la semana, en Nueva York (…) Continuaremos el toque de queda el resto de la semana» hasta el domingo 7 de junio, dijo de Blasio, que recordó que el lunes 8 de junio es la fecha prevista para que el área de la Gran Manzana comience la fase 1 de su reapertura económica tras el parón de actividad por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.
De Blasio condenó a la «gente que ataca Nueva York», arremetió contra los «viciosos ataques» a los agentes ocurridos la noche del lunes e informó que un policía fue atropellado «a propósito». «Es inaceptable, eso y que se dispare a policías. No nos lleva adelante a nadie. Quien hace esto es un criminal, no un manifestante», agregó.
El jefe de Policía, Dermot Shea, informó que ayer hubo unos 700 arrestos tras los saqueos que se vivieron al caer la noche en partes de Manhattan y El Bronx, defendió a los manifestantes pacíficos y a los policías que «están haciendo lo que pueden en circunstancias increíblemente difíciles».
«Seguiremos dando este mensaje a los neoyorquinos: no vamos a dejar que la ciudad retroceda. Protegeremos a todos los ciudadanos de la ciudad y queremos proteger a los dueños de propiedades», añadió el jefe de la Policía.
El alcalde, además, agregó estar «muy preocupado de que la protesta está llevando a un potencial contagio del coronavirus. «Un día, dos días, es una cosa, pero mientras continúa (la protesta) el peligro se incrementa y pido a todos que piensen personalmente en ustedes, su familia, la gente en su vida», dijo.
Por otra parte, dijo que Nueva York «no necesita» el despliegue de la guardia Nacional ni de ninguna rama de las Fuerzas Armadas porque la ciudad ya tiene 36.000 agentes de policía, y en su lugar llamó «a los verdaderos líderes de las comunidades y miembros del clero a dar un paso adelante» por la paz y contra la violencia, tanto contra propiedades como contra las autoridades.