Okonjo-Iweala ya fue la primera mujer ministra de Finanzas de su país.
Por EFE
La nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala hizo historia al ser elegida este lunes la primera mujer y el primer líder africano en dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC), un organismo que espera resurgir tras sufrir años de bloqueo del anterior Gobierno de EEUU y un 2020 marcado por la pandemia.
La nigeriana, con 25 años de experiencia en distintos puestos del Banco Mundial (BM), fue elegida hoy con el consenso de las 164 economías de la OMC, incluida la de Estados Unidos, que hace cinco meses era la única que rechazaba su nombramiento, cuando sólo quedaban en liza ella y la candidata surcoreana Yoo Myung-hee.
CONSENSO GRACIAS AL CAMBIO DE GOBIERNO EN EE.UU.
El cambio de Gobierno en Estados Unidos propició que la nueva Administración de Joe Biden cambiara su parecer, por lo que la aspirante surcoreana hizo oficial a principios de este mes su retirada de la carrera, dejando el camino expedito a Okonjo-Iweala.
«Agradezco la confianza depositada en mí, al tener en cuenta no sólo mi identidad como mujer y africana, sino también mi experiencia y mi pasión», señaló la nigeriana tras confirmarse su designación, en la reunión del Consejo General del organismo, celebrada virtualmente debido a la pandemia.
Por teleconferencia, Okonjo-Iweala prometió «iniciar las amplias reformas que la OMC necesita para adaptarse el futuro», con retos como retomar las negociaciones comerciales paralizadas desde hace más de una década, la recuperación de los intercambios tras la pandemia o la reanudación del papel arbitral del organismo.
«Los retos que afronta la OMC son numerosos pero no son imposibles de superar: hay esperanza, sobre todo si trabajamos juntos de forma transparente para construir confianza y diluir la tensión política», aseguró la africana.
«Espero trabajar con todos para construir la OMC que todos queremos, una organización que sea dinámica, robusta y apoye al desarrollo sostenible mediante el comercio», concluyó.
FORMADA EN LAS MEJORES UNIVERSIDADES DE EE.UU.
La economista, de 66 años, que también tiene nacionalidad estadounidense y se formó en algunos de los mejores centros de EE.UU. (la Universidad de Harvard y el MIT, el Instituto de Tecnología de Massachusetts), toma el mando de un organismo que no tenía director general desde que el 31 de agosto de 2020 dejara el cargo el brasileño Roberto Azevedo, para asumir un puesto directivo en la multinacional PepsiCo.
Ya antes, desde diciembre de 2019, la agencia con sede en Ginebra ha visto neutralizada su principal instancia de resolución de disputas comerciales, el Órgano de Apelación, por la negativa de la Administración del entonces presidente estadounidense Donald Trump a nombrar nuevos jueces que lo compusieran.
La agencia, que el pasado año cumplió un cuarto de siglo como sucesora del Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), lleva más de una década sin lograr avances en la negociación de nuevos mecanismos internacionales de regulación del comercio, por la paralización de la Ronda de Doha, iniciada en 2001.
Okonjo-Iweala ya fue la primera mujer ministra de Finanzas de su país (puesto que ostentó dos veces, de 2003 a 2006 y de 2011 a 2015), y también la primera en ocupar la cartera de Asuntos Exteriores, aunque sólo durante tres meses, en 2006.
Desde 2015 ha sido consejera de compañías como Twitter y la entidad financiera Standard Chartered, pero también de organizaciones como la Alianza para las Vacunas GAVI, fundamental en la actualidad para la distribución de vacunas contra la COVID-19 en países en desarrollo.
ÁFRICA, EL CONTINENTE QUE FALTABA
La OMC y su antecesor, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) habían tenido en casi 75 años de historia seis máximos responsables europeos, uno asiático, uno americano y uno de Oceanía, pero nunca hasta ahora un director o directora general procedente de África.
Tras más de medio siglo de control europeo del organismo, en 1999 comenzó una regla no escrita de rotación continental en la OMC que hacía pensar que en esta ocasión un líder africano podía ser elegido, aunque hubo otras dos candidaturas de ese continente para suceder a Azevedo: la keniana Amina Mohamed y el egipcio Abdel-Hamid Mamdouh.