Desde 2004, el Banco Central mantuvo la tasa de deslizamiento de la moneda con respecto al dólar en un ajuste de 5 % anual.
Por EFE
El Banco Central de Nicaragua informó este lunes que su Consejo Directivo decidió establecer la tasa de deslizamiento del tipo de cambio del córdoba, la moneda nacional, con respecto al dólar estadounidense, de un 2 % a un 1 % anual, con el fin de ayudar a compensar los efectos de la inflación.
La nueva tasa, que se fija en medio de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018 y una alta inflación en el mundo, comenzará a aplicarse y publicarse en la tabla mensual del tipo de cambio oficial a partir del próximo 1 de febrero, indicó el banco emisor del Estado en una declaración.
Es la tercera vez en los últimos cuatro años en que el Banco Central reduce la tasa de deslizamiento del tipo de cambio del córdoba con respecto al dólar.
En 2019 la redujo del 5 % al 3 %, y a partir del 1 de diciembre de 2020 del 3 % al 2 % anual.
Es decir que en cuatro años ha habido una reducción de cuatro puntos porcentuales.
Desde 2004, el Banco Central mantuvo la tasa de deslizamiento de la moneda con respecto al dólar en un ajuste de 5 % anual.
«Esta decisión se adopta en el contexto de un marco de política macroeconómica adecuada e indicadores macroeconómicos en crecimiento», explicó el banco emisor del Estado.
La fuente destacó que la evolución económica y financiera presentan como resultados finanzas públicas estables, balanza de pagos financiada, estabilidad de las principales variables del sistema financiero, mejora en los niveles y en la cobertura de las reservas internacionales, y estabilidad monetaria y cambiaria.
Asimismo, que la consolidación de la estabilidad monetaria y cambiaria se refleja en que la brecha cambiaria en 2021 y 2022 no ha excedido del 0,5 % y hay suficiente fondeo de divisas.
Además, que en los dos últimos años el Banco Central no ha tenido demanda sino más bien oferta de dólares, «por lo que, para satisfacer la mayor demanda por córdobas, ha comprado divisas para mantener el equilibrio monetario», agregó.
«En medio de estas condiciones favorables, la reducción del deslizamiento ayudará a compensar en nuestra economía los efectos de la inflación internacional y reforzar la previsibilidad del tipo de cambio nominal, fortaleciendo así la estabilidad de la moneda nacional», afirmó.
Nicaragua espera que su producto interno bruto (PIB) crezca entre un 3,5 % y un 4,5 % en 2022, el segundo año consecutivo al alza después de 3 años de cerrar con saldo rojo, con una inflación entre un 10 % y un 11 %, según el Banco Central.
En 2023, el Gobierno de Nicaragua prevé un crecimiento de 3 % a 4 % de su economía, con una inflación de 5 % a 6 %.