La ministra de Turismo, Comercio e Industria de Guyana, Oneidge Walrond-Allicock, consideró a la situación originada por la pandemia como una oportunidad para reimaginar la industria turística.
Por Revista Summa
La industria turística y el sector agropecuario de los países del Caribe exploran vertientes comunes y mecanismos para integrar fuerzas y ser más sostenibles y resilientes, retos que les impone la pandemia y para los cuales trabajan con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La estrepitosa caída en el volumen de visitantes y la alta dependencia de las importaciones, entorpecidas y encarecidas por efectos del Covid-19, puso en alerta a los gobiernos de la región para encontrar estrategias que les permitan una actividad económica más próspera e inclusiva, con especial atención a los habitantes rurales.
Representantes de los sectores público y privado del Caribe participaron en un seminario virtual sobre este tema, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
De acuerdo con la ministra de Turismo, Comercio e Industria de Guyana, Oneidge Walrond-Allicock, “la situación originada por la pandemia representa una oportunidad para reimaginar la industria turística y desarrollar un sector que sea sostenible y contribuya a la calidad de vida de las zonas rurales”.
“Tenemos una gran tradición de comidas indígenas que podrían incorporarse a nuestra oferta turística, debemos diversificarnos y garantizar que se cumplan los estándares internacionales para la comercialización de lo que producimos”, expresó la ministra.
“Covid-19 ha impactado con fuerza al sector agrícola en Guyana, con reducciones en 70% de los productores, bajas ventas, baja capacidad de almacenamiento y falta de insumos y personal para las labores agrícolas. Trabajamos para dar solución a estas situaciones y hemos hecho avances importantes”, dijo, por su parte, Zulfikar Mustapha, ministro de Agricultura de Guyana.
“Hemos hecho inversiones significativas para entregar semillas y materiales para la construcción de invernaderos, de manera que podamos incrementar nuestra resiliencia”, agregó.
Los países del Caribe han apostado con fuerza al desarrollo del turismo, pero no han amalgamado estos esfuerzos con la industria alimentaria local, por lo que hay muchas oportunidades para la generación de empleos e innovaciones.
“Enlazar agricultura y turismo será crítico para los años venideros, porque habrá muchas oportunidades para que las comunidades rurales se unan a la industria turística. Creemos que las alianzas público-privadas son muy importantes para desarrollar estas sinergias en el Caribe”, expresó Manuel Otero, Director General del IICA.
Si bien la industria turística caribeña ha sido impactada con crudeza por la pandemia, la agricultura se ha tornado en un aliado fundamental para reactivar la economía.
De acuerdo con la Organización Caribeña del Turismo (CTO, por sus siglas en inglés), este año las llegadas internacionales al Caribe se han reducido en 63,7 %, con relación al 2019. Solo las llegadas de cruceros han disminuido 58,5%.
“La riqueza histórica y la agricultura original de la región implican para la industria una buena base para diversificar los productos turísticos, una vez que la actividad reinicie. El enlace entre ambos sectores es necesario para la mitigación de riesgos en nuestras economías vulnerables, en la pandemia hemos encontrado el valor de trabajar juntos” dijo Nel Walters, secretario encargado de la CTO.
Añadió que es necesario mejorar las comunicaciones y la infraestructura existentes en el Caribe, para garantizar una visita segura de los turistas al interior del país y capitalizar las oportunidades del agroturismo.
Durante el encuentro virtual se resaltaron actividades en las que podrían existir sinergias interesantes entre agro y turismo. Experiencias como un tour de café en Jamaica, de cacao en Granada y de coco en Guyana podrían ofrecer un atractivo especial, en donde prime la cultura y el sabor del Caribe.
El IICA apoya actividades de capacitación para que estas industrias estén más entrelazadas, en respuesta a solicitudes de los propios ministerios de agricultura del Caribe.
Isolina Boto, jefa de Redes y Alianzas del Comité de Enlace Europa-África-Caribe-Pacífico, manifestó que los productores necesitan formación en certificaciones, mercadeo y etiquetado.
“A través de la sociedad con el IICA y los ministerios podemos apoyar al cumplimiento de estándares para los mercados formales, el desarrollo de planes de negocio y la capacitación de los productores en áreas como sanidad y certificaciones”, mencionó.
Para los participantes del seminario, las oportunidades de desarrollar un agroturismo sostenible en el Caribe son amplias y el potencial vasto, pero es necesario generar soluciones en conjunto entre los sectores público y privado y la cooperación internacional.
“Es imperativo que utilicemos este momento para promover nuevas relaciones y atracciones turísticas, así como garantizar oportunidades de inversión, empleo y medios de vida sostenibles mediante la diversificación”, dijo Ena Harvey, especialista en agroturismo y Representante del IICA en Barbados.