A las manifestaciones lideradas por los docentes -cada vez más masivas y que se registran en varias regiones del país – se han sumado estudiantes, indígenas, obreros y otros gremios.
Por EFE
Los docentes de Panamá continuarán «en la calle» hasta que el Gobierno de Laurentino Cortizo presente una «propuesta» para enfrentar el alto costo del combustible y los alimentos, dijeron este viernes portavoces del gremio, que mantiene una huelga indefinida.
«Hubo un intento del Gobierno por acercarse, ahora pareciera que se quieren retractar del llamado al diálogo, pero sean honestos: si no tienen propuestas, nosotros seguiremos en las calles», dijo a Efe el dirigente de la Asociación de Profesores de Panamá (Asoprof), Diógenes Sánchez.
En una nueva manifestación pacífica en la capital, miles de personas se concentraron este viernes en torno a la sede de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) con cánticos, pancartas y batucadas para exigir una rebaja o congelamiento del precio del combustible y así lograr disminuir el costo de los alimentos básicos.
Esta es la principal petición de las organizaciones docentes, sindicales y populares que se han aglutinado en una alianza que ya en mayo pasado presentó un pliego de 32 peticiones al Ejecutivo, y cuya jornada de protestas iniciada esta semana ha ido ganando apoyo.
La huelga nacional docente se decretó el miércoles por 72 horas, pero el jueves fue declarada como indefinida después de una fallida reunión entre los dirigentes magisteriales y la ministra de Educación, Maruja Gorday.
El coordinador de la Unión Nacional de Educadores de Panamá (UNEP) , Alexis Cazorla, aseguró a Efe que el gremio propuso a las autoridades que el costo de los combustibles se fijara en «3 dólares» el galón (3,78 litros).
«No es posible que, irresponsablemente, el Gobierno diga que no se puede, cuando tenemos funcionarios que su gasolina es gratis y tienen chóferes. ¿Por qué no congelan ese gasto?», argumentó Cazorla.
A las manifestaciones lideradas por los docentes -cada vez más masivas y que se registran en varias regiones del país – se han sumado estudiantes, indígenas, obreros y otros gremios.
«Es todo un país que está sufriendo los embates del alto costo del combustible y por efecto cascada todos los precios de la canasta básica van en aumento. El pueblo demanda la intervención del Gobierno, no nos puede dar la espalda», señaló Yamir Córdoba, miembro del poderoso sindicato de la construcción Suntrac, que se está planteando una «huelga de advertencia de 24 horas».
El Gobierno de Cortizo congeló temporalmente en 3,95 dólares el galón el costo de los combustibles -que ha llegado a superar los 6 dólares- para algunos sectores, en un intento por impedir el alza del pasaje y de los alimentos y en medio de críticas de sectores que piden que se suspenda el impuesto a los carburantes para que se beneficie toda la población.
IGLESIA PIDE ENCONTRAR NUEVAS FORMAS DE PROTESTA
La huelga de los docentes tiene lugar cuando el sistema educativo intenta levantarse del golpe de la pandemia, con contenidos perdidos y estudiantes con serias deficiencias tras una modalidad a distancia que no llenó las expectativas por distintas razones, como han reconocido las propias autoridades.
En ese contexto, la Conferencia Episcopal dijo este viernes que respeta «la protesta social como un derecho», pero que la sociedad panameña debe «trabajar para buscar un mejor país, más aún» cuando se está «saliendo de la pandemia» que, entre otros, «ha afectado gravemente a la economía y la educación».
«Hacemos un respetuoso llamado al gobierno nacional, a las organizaciones sociales, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que juntos busquemos soluciones adecuadas al momento histórico que vivimos como pueblo. Hay que encontrar nuevas formas de protesta, que eviten perjudicar, principalmente a los más vulnerables», dijeron los obispos en un comunicado.
La Conferencia Episcopal animó «a construir puentes y derribar muros que nos dividen, poner nuestra mirada en construir un modelo de país guiado por un desarrollo humano, justo, equitativo y sostenible para todos sus ciudadanos».