Un producto de alta calidad es la promesa de INDUBAN.
Por Revista Summa
Para este notable ejecutivo, al frente de la principal empresa productora de café de República Dominicana, la ética no es una norma impuesta sino una forma de ver la vida y el mundo de los negocios que no se puede asumir por partes porque es un concepto integral. Eso quiere decir que se es ético o no se es; no hay un término medio.
Manuel Pozo Perelló afirma además que, contrario a la moral que es un hecho colectivo, la ética es una decisión personal de hacer las cosas correctas y el bien en las tareas más cotidianas, independientemente de la filosofía de una determinada empresa.
Y va más allá: “Una carrera exitosa depende en lo fundamental de la reputación y la reputación se construye con ética. En nuestro caso tenemos referentes que nos han ayudado y retado. Mi abuelo construyó la empresa en medio de una de las peores dictaduras de América y lo logró sin vínculos con la misma. Ese solo hecho es difícil en países como los nuestros y un legado que nos reta a apegarnos al buen hacer en nuestro quehacer y en las perspectivas a futuro”.
Bajo su gestión, otro desafío asumido por INDUBAN para crecer de la forma adecuada en un mercado global es seguir construyendo confianza con los distintos públicos de interés: colaboradores, socios, competidores, consumidores y las comunidades a las que sirve.
“Ahora se reconoce que el valor reputacional es fundamental en una empresa y la imagen de quienes ocupamos posiciones de liderazgo impacta la corporativa por lo que el proceso de construcción de valores debe ser continuo e involucrar a todo el equipo, siendo la ética la brújula para guiar a las personas hacia el éxito sostenible y el reconocimiento en sus respectivos campos”, enfatiza.
La integridad no se negocia
El CEO de INDUBAN promueve de forma activa la integridad en el lugar de trabajo, lo cual ha ayudado a establecer una cultura organizacional positiva que valora la responsabilidad, la transparencia y la productividad, sin descuidar el bienestar, la capacitación y el desarrollo de los colaboradores.
“En un mundo tan competitivo, los profesionales que demuestran un fuerte compromiso práctico con los valores, las relaciones interpersonales sanas y la toma de decisiones justas y responsables se diferencian en el mercado y son más propensos a que su capacidad sea reconocida. En lo personal creo que la mejor manera de promover lo correcto es hacer lo correcto”, comenta.
Uno de los mayores ejemplos de la ética de la empresa cafetera se dio durante una crisis por bajos precios bajos en el café verde, en medio de la cual decidió comprar con sobreprecio a los productores dominicanos, quienes a la vez estaban fuertemente golpeados por enfermedades en sus plantaciones, como la roya.
“Adquirir el café a un precio justo y bajo un trato igualitario, sin importar la cantidad vendida, reflejó la aplicación de nuestro pensamiento empresarial y nuestro real compromiso con la caficultura nacional y con nuestro país”, puntualiza.
5 REFLEXIONES DEL LÍDER
- Nada es peor para una persona o para una empresa que una crisis de confianza y nada genera más desconfianza que un incumplimiento.
- El valor de la palabra empeñada no se supera con ninguna campaña de relaciones públicas. Hay fronteras invisibles alrededor del cumplimiento, pero existen, y se debe respetar lo pactado.
- Los negocios grandes y pequeños se generan en función del establecimiento de relaciones de confianza que suponen superar cualquier discrepancia.
- Incumplir con principios éticos a menudo se traduce en violaciones de leyes y regulaciones, con consecuencias legales. La combinación de daños a la reputación, pérdidas de clientes y sanciones legales puede resultar en un impacto financiero significativo. De ahí que las empresas que no valoran la ética pueden enfrentar caídas en sus ingresos y, en los casos más extremos, la quiebra.
- Las organizaciones se benefician de la imagen que haya construido el líder por la confianza que puede generar en socios e incluso competidores.