Zablah ha sabido generar una cultura organizacional que aprecia los valores y el hacer lo correcto, engrandeciendo la labor empresarial.
Por Revista Summa
Con una trayectoria de más de 40 años, este ejecutivo asume la ética como un medio y un fin. Un medio para producir o comercializar productos y servicios a un precio justo y competitivo, con excelente calidad y servicio al cliente, y un fin para la realización y el crecimiento personal, así como el de toda su organización, teniendo siempre coherencia entre lo que dice y hace.
Así, José Arturo Zablah se ha convertido en un verdadero modelo a seguir. Gracias a su intachable ética profesional y trato
justo, ha logrado ganarse el respeto y la confianza de sus colaboradores, clientes y personas de su entorno, en todas las áreas
que ha dirigido. Además, es transparente, empático y responsable en todas sus decisiones y compromisos como empresario.
“Hay que tratar a los demás como nos gustaría que nos traten en las mismas circunstancias, permitir que el personal crezca dentro de la compañía y cumplir siempre con todas las obligaciones de tipo laboral, fiscal, medioambiental y social”, afirma.
La buena reputación también precede la trayectoria y liderazgo que ha mantenido Industrias Capri por 72 años. La armonía laboral, baja rotación de personal, excelentes referencias bancarias y confianza de los proveedores son elementos que contribuyen al reconocimiento que se ha ganado en el mercado, a nivel centroamericano.
¿CÓMO PROMUEVE LA ÉTICA PROFESIONAL?
- Dando el ejemplo, siendo empático y transparente.
- Otorgando al personal oportunidades de crecimiento profesional y trabajando en apego estricto al marco de la ley.
- Cumpliendo con el compromiso hacia los clientes, produciendo artículos de calidad a precio justo, competitivo, con excelente servicio y garantía.
- Asumiendo las responsabilidades con los proveedores.
- Apoyando obras sociales y acciones de protección al medio ambiente.