Las mujeres son consideradas la próxima generación de profesionales en ciencia y tecnología debido a su talento sin explotar.
Por Revista Summa
El 25 de abril se conmemoró el Día Internacional de las Niñas en las TIC, un momento crucial para reflexionar sobre la importancia de fomentar la participación de las niñas y mujeres jóvenes en el mundo de la tecnología y una oportunidad para alentar la presencia femenina en carreras y estudios de este campo.
De acuerdo con el IX Informe del Estado de la Educación del 2023, en el cual se dedica un capítulo completo al tema de la participación de las mujeres en las áreas Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), se indicó como uno de sus principales hallazgos que la situación de las mujeres en esos campos ha mejorado como tendencia en los últimos 20 años. Sin embargo, con avances que han sido lentos y un mercado laboral que sigue estando altamente segmentado por género. Según los datos del informe la brecha de género en los registros de matrícula de primer ingreso de las carreras STEM en las universidades públicas se ha reducido en la última década, pasando de 18 a 14 hombres por cada 10 mujeres.
Mientras en el 2011 se matricularon 3.863 hombres y 2.156 mujeres en carreras STEM, en el 2021 fueron 4.521 y 3.294 respectivamente. Es decir, aunque la cantidad de mujeres matriculadas aumentó, una década después las mujeres todavía no llegan a la cantidad de hombres que se matriculaban en estas carreras en 2011. Según los resultados de una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), apenas el 8,1% de las personas ocupadas en Costa Rica trabaja en las áreas científico-tecnológicas, y entre ellas las mujeres solamente representan el 34,4%.
Ante este panorama, se enfatiza la importancia de proporcionar herramientas y oportunidades a más mujeres jóvenes para que exploren y desarrollen el potencial en estas áreas. Empresas de tecnología como Oracle reconocen la importancia de crear espacios y alternativas para fomentar el talento de mujeres jóvenes y disminuir la brecha en el acceso a la educación.
Por eso, las organizaciones deben fortalecer su presencia y las oportunidades disponibles para asegurar que las mujeres tengan acceso equitativo y una amplia gama de posibilidades desde una edad temprana. Alfonso López, Gerente de Oracle para Centroamérica, explica que “para Oracle, inspirar a las niñas y mujeres jóvenes a explorar el fascinante mundo de la tecnología, ofreciéndoles ejemplos a seguir, guías y herramientas que las impulsen en su crecimiento tanto académico como profesional es nuestro propósito para construir un futuro más innovador y equitativo para todos”. Además, añade que “estamos comprometidos en maximizar los esfuerzos para que cada vez más mujeres sean parte de este mundo; por ejemplo, en nuestra última generación de pasantes de nuestro programa de GenO, el 60% fue mujer”.
Oracle enfatiza, en el marco del Día Internacional de las Niñas en las TIC, que la industria está decisiva a continuar promoviendo, atrayendo e incentivando la formación de más mujeres para reducir la brecha de género en Centroamérica. Es importante fortalecer los programas de mentoría con modelos femeninos a seguir, ofrecer becas y ayuda financiera, y realizar campañas informativas que resaltan tanto los beneficios actuales como los potenciales de las carreras en tecnología.
Helena Vargas es una joven que cursa informática en una universidad en Costa Rica. Antes de entrar a su carrera fue estudiante de un colegio en Cartago y participante del programa de Oracle Academy. Allí aprendió sobre programación, a crear aplicaciones y a entender el mundo desde la tecnología. Ella destacó la importancia del amor por las carreras STEM y de que éste se incentive desde la educación básica. La joven asegura que “estoy estudiando ingeniería en computación. Escogí esta carrera gracias a las clases de programación en el colegio. Cuando me pregunté ¿qué me gustaría hacer por el resto de mi vida? La respuesta fue programar. Me inspiraba poder crear aplicaciones para ayudar a las personas, para hacer el mundo un poquito mejor”.
Para esta estudiante aprender a programar de niña fue un proceso que le ayudó a desarrollar habilidades a la hora de procesar la información. “Personalmente, fue un reto que me resultaba muy entretenido, ya que debía aprender a pensar de manera distinta para resolver pequeños problemas. Se desarrolló mi pensamiento algorítmico y me vi obligada a ver cada situación desde una nueva perspectiva”, cuenta la joven con entusiasmo.
Este testimonio de Helena anima a seguir impulsando el amor por la tecnología en los colegios. Para el Gerente de Oracle en Centro América, Alfonso López, “el ejemplo de Helena es crucial para todas las niñas en el país porque debemos reducir la brecha de género. Este es un sector que requiere de todas las visiones y los equipos son más ágiles y productivos cuando hay mujeres”.