Las inversiones españolas en Latinoamérica han creado 800.000 puestos de trabajo.
Por EFE
El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó hoy ante el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, que las empresas de España «están deseando participar en la gran transformación» en la que está inmerso su país.
Sánchez participó junto a Alvarado en un foro empresarial organizado con motivo de su visita al país centroamericano y en el que intervinieron la primera dama costarricense, Claudia Dobles Camargo, y la ministra de Industria, Comercio y Turismo española, Reyes Maroto.
También participaron, entre otros, los presidentes de las principales patronales de los dos países, el de la española CEOE, Antonio Garamendi; y el de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado-UCCAEP, José Álvaro Jenkins, y representantes de varias empresas.
El jefe del Ejecutivo español, acompañado también por la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, recordó los vínculos de todo tipo entre los dos países y felicitó a Costa Rica por el bicentenario de su independencia y por su ingreso en la OCDE, que consideró como su «graduación» en el proceso de integración en la economía internacional.
Tras elogiar que se haya convertido en un «referente» de la lucha contra el cambio climático, recordó los intercambios comerciales entre España y América Latina, así como los existentes en concreto con Costa Rica.
En ese contexto destacó que las inversiones españolas en Latinoamérica han creado 800.000 puestos de trabajo.
«Nuestro compromiso es firme, indeleble, mantenido en el tiempo», recalcó Sánchez, quien aseguró que las empresas españolas no han ido a Costa Rica solo a «arrimar el hombro», sino a comprometerse con su futuro al invertir en recursos energéticos y en el desarrollo de sus capacidades tecnológicas.
El presidente del Gobierno calificó de «estratégica» la relación bilateral y subrayó que España no sólo quiere reafirmar sus lazos económicos, sino hacerlos más fuertes.
Fue en ese contexto en el que trasladó el deseo de las empresas españolas de tener una presencia mayor en el futuro costarricense.
«Un futuro esperanzador que alcanzaremos unidos. En definitiva, pura vida», resaltó haciéndose eco de la típica expresión popular costarricense
Carlos Alvarado aseguró que la relación entre España y Costa Rica es fuerte pero se mostró convencido de que «aún no ha explotado todo su potencial».
«Las relaciones que deseamos establecer con nuestros socios comerciales son profundas, de mutuo beneficio, duraderas, de crecimiento y sostenibles», añadió
El presidente costarricense hizo hincapié en la apuesta del país por una energía limpia y en las oportunidades de inversión que ofrece, en cuyo contexto enumeró algunos de los proyectos que tienen previstos en materia de infraestructuras.
Alvarado recalcó que los dos países son socios estratégicos, ya que España es la puerta de entrada de Costa Rica en Europa y su país puede ser la vía de acceso europeo a «las Américas».
La primera dama de Costa Rica intervino también para destacar los proyectos de futuro que su país quiere lanzar con colaboración público-privada.
Confió en que esos proyectos cuenten con una participación importante de empresas españolas, que dijo que transfieren conocimiento y generan sinergias importantes con compañías costarricenses.
Por su parte, Reyes Maroto felicitó a Costa Rica por su ingreso en la OCDE, elogió el esfuerzo reformador de su Gobierno y esperó que sirva para abrir la vía a más inversiones españolas.
Maroto recordó que hay más de 70 empresas de España operando en Costa Rica que generan unos 18.000 puestos de trabajo con una inversión de más de 1.600 millones de euros.