El acuerdo con el FMI es clave para el rumbo del país.
Por Revista Summa
Cada vez que se cierra un ciclo anual, surge una interrogante: ¿Cómo será el próximo año? Y no se puede hablar del futuro, sin contemplar la coyuntura nacional e internacional del pasado y del presente, que han estado marcados también por una crisis económica anterior, por la zozobra constante de una crisis sanitaria que golpeó prácticamente a todos los sectores de la economía y que sigue presente generando incertidumbre con los rebrotes, como el Delta o el actual Ómicron, acompañada de otra crisis relacionada con las cadenas de suministros que también ha provocado un repunte inflacionario.
En consecuencia, para hablar de las perspectivas económicas del 2022 en Costa Rica, es necesario contemplar, además de esa coyuntura internacional, cuatro variables muy sensibles, tal como lo explica claramente el Lic. Ernesto Hip Ureña, M.A.E., director de la carrera de Administración de Negocios de la Universidad Fidélitas:
1. Estamos ante una campaña política que, por lo que se vislumbra, tendremos una segunda ronda, lo cual alarga la incertidumbre que se presenta en el primer semestre del año. Eso significa que podríamos esperar un estancamiento en las inversiones, tanto a nivel empresarial, como de infraestructura del país, situación que no es tan positiva en una nación que requiere en forma urgente una reactivación económica.
2. Está pendiente la aprobación de los proyectos de ley que se encuentran en la Asamblea Legislativa y de los cuales dependen varios supuestos que se han propuesto para la mejora de las finanzas públicas, que forman parte del proceso de reingeniería que se ha implementado en los últimos años; que dicho sea de paso, han dado pequeños resultados positivos en la baja de las tasas de interés que paga el gobierno en los bonos, tanto internos, como externos.
3. Los desembolsos del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que está ligado directamente al punto anterior, pero que también tiene en análisis otros aspectos de indicadores macroeconómicos como el manejo de la inflación, el porcentaje de endeudamiento primario del Gobierno, entre otros.
Tenemos que señalar que dichos aspectos han venido mejorando, pero que deben ser sostenibles en el tiempo, para que los evaluadores del FMI concluyan que nuestro país ha tomado la decisión de iniciar el proceso de ordenamiento de las finanzas públicas en forma coyuntural.
4. Por otra parte, tenemos un tipo de cambio volátil y con tendencia creciente, que dependerá de los factores anteriores, donde la incertidumbre tendrá una incidencia muy importante, ya que por naturaleza se tiene la costumbre de refugiarse en ahorros en dólares ante situaciones de duda, como la que estamos viviendo.
Esto provoca que se dé un tipo de cambio al alza, que eventualmente puede ser neutralizado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), dependiendo de sus políticas monetarias y del saldo en reservas internacionales que tenga.
Recomendación:
El experto en Administración de Negocios de Fidélitas, Ernesto Hip, recomienda tomar en cuenta algunas medidas a nivel de familia que les permita prepararse de cara a momentos de incertidumbre.
Lo primero que se debería establecer es un plan consistente de ingresos y gastos que se apeguen a la realidad económica de la familia.
Como parte de este plan, se debe procurar el ahorro a nivel de tarifas de servicios públicos, como electricidad, agua y otros que en ocasiones utilizamos sin mucha consciencia.
Otra buena recomendación, agregó Hip Ureña, es procurar ingresos adicionales y tener una meta de ahorrar por lo menos un 5% de los ingresos y deseable el 10% de los mismos, revalorando siempre si las futuras compras, los gastos o pagos que harán son estrictamente necesarios.