Trump hizo más de 400 modificaciones a las políticas migratorias del país en los últimos cuatro años.
Por EFE
Sabedores de que, aunque el Senado finalmente vaya a ser controlado por los demócratas, no será fácil aprobar grandes medidas en materia migratoria a corto plazo, organizaciones defensoras de los inmigrantes reclaman al presidente electo, Joe Biden, medidas rápidas para paliar los estragos dejados por Donald Trump.
La reforma migratoria integral sigue siendo la meta final, pero conscientes de que su aprobación demandará mucho tiempo y esfuerzo en el Congreso, aún con mayoría demócrata, los activistas aspiran a que Biden actúe de manera agresiva y los convenza de que quiere «un nuevo futuro» para las comunidades inmigrantes.
Para ello, desde el momento en que pise la Casa Blanca el 20 de este mes debería usar su autoridad presidencial para proteger a los inmigrantes de «alto riesgo», dijo a Efe el director ejecutivo de Alianza Américas, Oscar Chacón.
El activista reclamó protección inmediata para los indocumentados, para quienes buscan asilo, los «soñadores» comprendidos en la Acción Diferida (DACA) y a quienes viven amparados por los Tratados de Protección Temporal (TPS).
STOP A LAS DEPORTACIONES
La moratoria de detenciones y deportaciones también es apoyada por Greisa Martínez, directora ejecutiva de United We Dream, y por Sulma Arias, directora del programa de inmigración de la red de organizaciones proinmigrantes FIRM.
Martínez dijo que en los primeros cien días el nuevo presidente debe actuar «de manera rápida, atrevida y sin dudas», contando para ello con el «mandato real» que recibió en noviembre de los votantes latinos y afroamericanos.
El pasado viernes Biden insistió en conferencia de prensa en que presentará un proyecto de ley en materia de migratoria de «inmediato» después de asumir el cargo.
Aunque no detalló su alcance, en el pasado prometió una reforma migratoria integral en los primeros 100 días de su mandato.
Arias, a su vez, dijo a Efe que «la gente se unió con su voto para crear un nuevo futuro» con una plataforma proinmigrante que permitió la victoria demócrata en las elecciones, lo que «nos da más ímpetu para luchar y reclamar» cambios al nuevo gobierno.
La tarea no será fácil, porque Trump hizo más de 400 modificaciones a las políticas migratorias del país en los últimos cuatro años, la mayoría de las cuales necesitan mucho más que la firma de decretos para ser revertidas, según el Migration Policy Institute (MPI).
Trascendió en el comité de transición que prepara el nuevo gobierno que Biden tiene previsto encargar a un alto funcionario del Departamento de Justicia la tarea específica de desmantelar las políticas migratorias de Trump y los obstáculos burocráticos que se han impuesto.
Y Biden adelantó el viernes que iniciarán una investigación «exhaustiva» sobre la separación de los niños migrantes de sus padres por parte del Gobierno del presidente Trump en busca del «responsable».
PACIENCIA
Pero para el presidente del MPI, Andrew Selee, «no existe una varita mágica para transformar de inmediato la política migratoria».
En un comunicado dijo que los cambios demandarán tiempo, porque Biden hereda otros problemas acuciantes que también exigen su atención, como el control de la pandemia de covid-19.
En su opinión, lo que sí se puede transformar desde el primer día es «la atmósfera alrededor de la inmigración».
Diego Iñiguez-López, de la National Partnership for New Americans, dijo a Efe que los inmigrantes en general necesitan ayuda para recuperarse de un gobierno que invirtió mucho dinero y esfuerzo para «destruir vidas y familias», con leyes y políticas crueles e injustas.
Para ello reclamó ayuda económica para que por lo menos nueve millones de personas puedan pagar los gastos para convertirse en ciudadanos, y la instalación de una oficina federal que coordine en todo el país la tarea de agencias y organizaciones que trabajan para la integración de inmigrantes y refugiados.
EL CLIMA PROPICIO
Chacón dijo además que la nueva administración de Joe Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, debería adoptar un nuevo discurso, donde los inmigrantes dejen de ser una amenaza y se reconozca su papel «vastamente positivo» en la vida de los Estados Unidos.
Sin esa nueva narrativa basada en la verdad y la evidencia va a ser muy difícil crear el entorno apropiado de opinión pública que permita cambios positivos, sin que se vuelvan políticamente contraproducentes, agregó.
Antes de llegarse a la reforma migratoria integral, reclamada por los activistas desde hace 20 años, Chacón ve posible avanzar «con medidas acumulativas» para la protección de los migrantes que llegan a los EE.UU.
Sugirió que Biden también podría decretar de inmediato el fin de la detención de menores en la frontera, abolir la colaboración entre los cuerpos locales de policía y la policía migratoria federal (ICE, sigla en inglés), y cancelar los contratos gubernamentales con empresas privadas para la construcción y administración de centros de detención de extranjeros.