República Dominicana ha reiterado de que la obra la construyen particulares para luego vender el agua a los agricultores haitianos.
Por EFE
República Dominicana consideró este miércoles que la construcción de un canal de riego del lado haitiano para tomar aguas de un río fronterizo «no tiene ningún futuro» y que, posiblemente, la obra cause una «catástrofe» a ambos lados de la frontera.
El canciller dominicano, Roberto Álvarez, dijo que esa catástrofe podría resultar del aumento de las aguas del río Masacre o Dajabón, que divide a ambos países en la parte norte.
Álvarez, quien compareció ante el Senado de la República para explicar la crisis surgida con Haití tras la construcción del canal al que se oponen las autoridades dominicanas que, incluso, mantienen el cierre por completo de la frontera entre ambas naciones desde el 15 de septiembre pasado.
«El canal haitiano no tiene ningún futuro, aun con la construcción de un dique para poder acceder al río Masacre», dijo el alto cargo, al reafirmar la posición de su país de que la obra violenta lo establecido en el Acuerdo de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje firmado por las dos naciones en 1929.
También fue reiterativo en asegurar que su Gobierno ha agotado «todos los recursos diplomáticos» desde que Haití reinició la construcción del canal este año.
«Para que volvamos al diálogo (con Haití) exigimos que esa obra unilateral se detenga, ya que viola los acuerdos entre los dos países, además de que carece de los estudios cartográficos, topográficos, hidrológicos y de impacto ambiental necesarios para evaluar los beneficios y riesgos del proyecto.
El Gobierno de Haití ha expresado que continuará con la construcción del canal para el trasvase de aguas del río Masacre y destinarla a sus agricultores de la zona fronteriza.
República Dominicana ha reiterado de que la obra la construyen particulares para luego vender el agua a los agricultores haitianos. Incluso, decidió impedir la entrada al país de las personas a quienes tilda de ser los responsables impulsar la construcción.
Detener la migración irregular
Por otra parte, Álvarez opinó que es de «interés nacional supremo» detener la migración irregular «de una vez y por todas» y favoreció crear una ley específica que castigue «de manera ejemplar» el tráfico de migrantes, el que consideró un «crimen de lesa patria».
Expresó que el Gobierno del presidente dominicano, Luis Abinader, ha «cambiado» la percepción de los países caribeños sobre las relaciones entre República Dominicana y Haití, en el sentido de que esas naciones veían a su país como «victimario» en cuanto al trato dado a los haitianos.
Sobre el particular, reveló que su Gobierno está «negociando» la visita del primer ministro de Jamaica (Andrew Holness) y que en mayo venidero Abinader realizará una visita oficial a Antigua y Barbuda.
«Nunca ningún presidente (dominicano) había tenido mejor relación con el entorno del Caribe, ya que ahora se reconoce la problemática, la carga de República Dominicana con relación a Haití», expuso Álvarez, quien destacó el hecho de que China y Rusia no se opusieran a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, tomada el lunes, de enviar una misión de seguridad para combatir a las pandillas haitianas.
Los senadores del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) mostraron su complacencia sobre las explicaciones dadas por Álvarez, mientras que los de oposición lanzaron duras críticas al Gobierno, en particular, por el cierre completo de la frontera y por el despliegue militar que dispuso en la zona Abinader.