«¿Qué es lo rico de Nicaragua, además de la comida?. La cultura y las tradiciones».
Por EFE
Una pareja de exiliados nicaragüenses en Costa Rica, junto a un primo, abrieron un pequeño restaurante en San José al que bautizaron como La Gigantona, con el que pretenden no solo cautivar a los comensales con el sabor de la cocina nicaragüense, sino promover su identidad, sus tradiciones y sus raíces.
«Queríamos crear un espacio donde la gente», además de deleitarse con el sabor de la cuchara nicaragüense, «se pudiera identificar con su cultura, sentirse en un ambiente muy nicaragüense», explica a EFE Kevin Hernández, quien junto a su esposa, Nydia Monterrey, y su primo, Pablo Guillén, emprendieron ese negocio cerca de la Casa Presidencial de San José.
«¿Qué es lo rico de Nicaragua, además de la comida?. La cultura y las tradiciones», razona Hernández, para quien La Gigantona es una de las tradiciones más representativas de su país y sinónimo de humor y picardía.
La Gigantona es una expresión folclórica nicaragüense con raíces españolas, que procede de la región de Cataluña y que se ha convertido ahora en una expresión mestiza, según el promotor cultural nicaragüense Wilmor López.
Es representada por una muñeca gigante que se hace acompañar por tamboreros, fareros, copleros y el «Enano cabezón», y que en medio de jolgorio, algarabía, ritmo colorido y bailes recitan rimas cargadas de humor y picardía.
Platos con nombres de leyendas nicaragüenses
«¡Bombaaa!. Si sabroso quieres comer a La Gigantona debes correr», invita en su menú el pequeño restaurante. Y los platos que se ofrecen tienen nombres de leyendas y tradiciones nicaragüenses: La Gigantona, La Taconuda, La carreta Nahua y la caribeña The monkey man.
Se trata de platos surtidos o variados para familias o grupos de amigos de 4 a 8 personas, que incluyen carne desmenuzada, carne asada de cerdo y de res, pollo asado, gallo pinto, maduro frito, tajadas verdes, tortillas palmeadas, queso frito, tacos de res, ensalada de repollo, crema de aguacate, pico de gallo y crema chontaleña (de Nicaragua).
Otros deliciosos platillos típicos que ofrecen son el vigorón (preparado a base de yuca y chicharrón de cáscara, y una ensalada con chile), chancho con yuca, indio viejo, quesillo (elaborado con cuajada simple en forma de trenza o de tortilla, y es complementado con crema, ensalada de cebolla y tortilla de maíz caliente, más un punto de sal), repochetas de frijoles y enchiladas (tortilla de maíz frita, rellena de arroz con carne desmenuzada, acompañada de ensalada de repollo).
El nombre de la soda, La Gigantona, hace honor también a otros de sus platillos, como la Tremenda enchilada, Gigantaco o Señor quesillo.
Renunciaron a sus trabajos y emprendieron
El pequeño restaurante nicaragüense en el corazón del poder en Costa Rica surgió, según Nydia Monterrey, periodista de profesión, por la necesidad de conseguir mayores ingresos, «porque este país es demasiado caro» para los nicaragüenses.
La pareja, que se exilió en Costa Rica hace cinco años, comenzó a vender comida a domicilio los fines de semana para complementar los ingresos que le generaban sus trabajos en sus respectivos oficios, pero, además, para poder costear los momentos de recreación y de entretenimiento de su hijo, de 3 años.
La venta de comida a domicilio, con mensajes como «¡Qué este bocadito te haga sentir en tu tierra!», tuvo aceptación, por lo que decidieron renunciar a sus trabajos y con el dinero del que disponían «salir de esa zona de confort e ir tras ese sueño que hemos tenido», cuenta Monterrey, que se encarga de la cocina.
Al entrar al pequeño local, una réplica pequeña de La Gigantona da la bienvenida a los comensales y mientras esperan por su comida, suena por los parlantes una canción de la agrupación nicaragüense La Cuneta Son Machín, «Amor Fritanguero», cuya letra dice: «¿Cuándo volverás, gordita mía?. Si supieras cómo tiemblan de tristeza, mis canillas. ¿Cuándo volverás a enamorarme con tu madurito frito? Tus enchiladas con carne?» y concluye «Sin tu enchilada me muero».