Los bancos centrales «no deben pestañear» si surgen críticas al mantenimiento de una política monetaria restrictiva.
Por EFE
El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera una «urgencia» que Europa controle la inflación subyacente -que no incluye energía ni alimentos no elaborados- para evitar que afecte a las inversiones públicas y privadas.
El director del departamento de Europa del FMI, Alfred Krammer, señala en un documento publicado este viernes con motivo de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial que esta semana se celebra en Marrakech (Marruecos) que Europa ha actuado «bien hasta ahora» para atajar la inflación, que volverá a su objetivo en 2025.
Sin embargo, la inflación subyacente se está resistiendo a bajar, por lo que «devolverla a su objetivo de forma duradera se convierte en una urgencia» para evitar que la «distorsión» de unos precios elevados «afecte a las inversiones privadas y públicas y por consiguiente al crecimiento futuro».
Los bancos centrales «no deben pestañear» si surgen críticas al mantenimiento de una política monetaria restrictiva y la política fiscal debería ayudar bajando los elevados déficits para reconstruir los márgenes fiscales.
Antes de que la inflación europea vuelva a su objetivo en 2025, el FMI cree que los salarios subirán, «recuperando parte del poder adquisitivo perdido», mientras que los márgenes empresariales deberían reducirse para mitigar el riesgo de una nueva ola de inflación.