El presidente llegó a España tras una gira que inició en Múnich (Alemania) y prosiguió en París, Bruselas y Ginebra (Suiza).
Por EFE
Felipe VI recibió este jueves al nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, al inicio de su primera visita oficial a España tras su investidura, el pasado 14 de enero, marcada por un polémico proceso de transición por los intentos de la Fiscalía de revertir su victoria electoral.
El Palacio de la Zarzuela fue el escenario del encuentro entre el monarca español y Arévalo de León, quien le expuso la situación en el país centroamericano después de su primer mes de mandato.
El rey estuvo en Guatemala para asistir a su toma de posesión, si bien no presenció finalmente la ceremonia de traspaso de poder debido al retraso de diez horas con la que empezó por los obstáculos de los parlamentarios de la legislatura saliente para constituir el nuevo Congreso.
El líder del Movimiento Semilla, partido de izquierda moderada, logró 2,4 millones de votos en las elecciones, el número más alto en la historia de Guatemala, haciendo bandera de la lucha contra la corrupción.
Felipe VI dio la bienvenida al académico, de 65 años, en la escalinata exterior de la Zarzuela y, tras un primer posado juntos ante los medios gráficos, se volvieron a saludar en el salón de audiencias.
“Muchas gracias, majestad”, le dijo el mandatario guatemalteco por el recibimiento mientras se estrechaban la mano.
A la conversación en el despacho del rey se unieron el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Ramiro, la de Economía, Gabriela García, y, por parte española, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Susana Sumelzo, y el embajador en Guatemala, José María Laviña.
Tras la reunión con el rey, Arévalo de León se va a entrevistar con el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno.
La siguiente cita será en el Palacio Real, donde los reyes van a ofrecer una comida a Arévalo de León y su esposa, Lucrecia Peinado, con la asistencia de Sánchez y de unos ochenta invitados.