Datos indican que América Latina y el Caribe tuvo un retroceso de 15 años en los niveles de pobreza y hambre.
Por EFE
Un grupo de expertos analizó los impactos de la volatilidad de los precios internacionales de los alimentos y los fertilizantes en la seguridad alimentaria en Centroamérica y abogó por soluciones innovadoras para la resiliencia, informó este viernes el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El IICA y el Banco Mundial organizaron el taller “Seguridad Alimentaria y Agricultura: Un análisis de la transmisión de precios de alimentos y fertilizantes en Centroamérica”, en el cual 20 especialistas de la región coincidieron en que se necesitan políticas innovadoras para fortalecer la resiliencia de los sistemas agroalimentarios y que contribuyan a la seguridad alimentaria y nutricional.
“La reciente inflación de precios de alimentos ha afectado profundamente a los productores y consumidores, especialmente en las comunidades rurales, donde las fluctuaciones de precios agrícolas y fertilizantes han alterado los márgenes de ganancia», dijo el director general del IICA, Manuel Otero.
Otero enfatizó en que «es vital analizar las respuestas gubernamentales frente a las fluctuaciones de precios alimentarios y su efectividad» y que es necesario «abogar por políticas innovadoras que fortalezcan la resiliencia de nuestros sistemas agroalimentarios y contribuyan a la seguridad alimentaria y nutricional”.
Las autoridades analizaron datos que indican que América Latina y el Caribe tuvo un retroceso de 15 años en los niveles de pobreza y hambre, pues 82 millones de personas viven en pobreza extrema, mientras que 43,2 millones enfrentan hambre (un 16 % de la población).
Todo esto en un contexto en el que la inflación anualizada de alimentos ha superado el 6 % en la región.
“En años recientes, todos los países de América Central han experimentado un empeoramiento de los indicadores de seguridad alimentaria y la urgencia de la crisis demanda respuestas inmediatas, pero también es crucial adoptar medidas a largo plazo que fortalezcan la resiliencia de la región», comentó el líder de Programas del Banco Mundial, David Tréguer.
Agregó que el Banco Mundial está comprometido a colaborar en la reorientación de las políticas públicas que impulsen la competitividad, la eficiencia y la resiliencia de los mercados internos para avanzar hacia el desarrollo sostenible e inclusivo de la región.
En el encuentro, los expertos compartieron perspectivas y se planteó el compromiso de trabajar en forma conjunta en pro de soluciones sostenibles y equitativas que permitan disminuir estas cifras, para lo cual la colaboración regional e internacional es clave.
Por su parte, el IICA explicó que la inflación de los precios internos de los alimentos en Centroamérica no está impulsada por los movimientos de los precios en los mercados internacionales, sino que parece obedecer más bien a consideraciones internas, por lo cual, se hace urgente crear políticas eficientes y mecanismos resilientes a largo plazo.