La empresa tiene además planes para aterrizar en los mercados de Reino Unido e Italia.
Por EFE
Las empresas automotrices chinas Xpeng y Nio anunciaron que mantendrán de momento los precios actuales de sus vehículos eléctricos en el mercado europeo, pese a los aranceles impuestos por la Unión Europea (UE), que entrarán en vigor de forma provisional este viernes.
Xpeng, que recientemente ha ampliado su presencia en el mercado europeo, aseguró que los consumidores europeos que ya han realizado pedidos o están esperando la entrega de sus vehículos «no experimentarán un aumento en los precios».
La compañía ha expresado su compromiso con el mercado europeo y su intención de alcanzar un 3 % de cuota de mercado en el segmento de vehículos eléctricos en Alemania para finales de año, según el portal financiero Sina Finance.
La empresa tiene además planes para aterrizar en los mercados de Reino Unido e Italia.
Por su parte, Nio, citada este viernes por el medio especializado Auto Home, declaró que «mantendrá los precios actuales» de sus productos en Europa y que «continuará brindando un servicio de calidad a sus usuarios» en el continente.
La empresa, con sede en la megalópolis oriental de Shanghái y considerada una de los grandes rivales de Tesla en el país asiático, confía en que una «competencia de mercado adecuada beneficiará a los consumidores» y espera «llegar a una solución con la UE» antes de la implementación definitiva de los aranceles en noviembre de 2024.
Los aranceles que se sumarán al 10 % que ya se aplicaba, son del 21 % de media, una cifra inferior a lo que avanzaban medios y expertos. Las empresas BYD y Geely tendrán impuestos algo inferiores (del 17,4 % y el 20 %, respectivamente) tras colaborar con la investigación, mientras que a SAIC se le aplicará la máxima (38,1 %) al no haberlo hecho.
Dado que faltan cuatro meses para que los aranceles entren en vigor de forma definitiva, Pekín espera que el bloque dé marcha atrás, para lo cual ha elevado la presión comercial.
En las últimas semanas, las autoridades chinas han contraatacado con una investigación al cerdo europeo -que afecta especialmente a España, su principal suministrador- y avanzando aranceles a vehículos de gran cilindrada o pesquisas ‘antidumping’ a lácteos procedentes del bloque comunitario.