Las empresas del sector financiero deben definir estrategias y prioridades para aprovechar las oportunidades que ofrece esta nueva revolución digital.
Por Javier Vázquez, líder de Visa Consulting & Analytics para América Latina y el Caribe
Durante las últimas dos décadas, la industria de la tecnología consideró como uno de sus principales focos estratégicos el desarrollo de plataformas que conectan los entornos online y offline. Las redes sociales, los marketplaces y las experiencias digitales revolucionaron la forma en la que muchas personas se relacionan y consumen. Sin embargo, las principales transformaciones vinculadas con la convergencia entre lo real y lo virtual se prevén revolucionarán el mundo de la tecnología para los próximos años, con el perfeccionamiento y la expansión del metaverso.
Desde el 2021, el debate sobre el metaverso se ha extendido y cada vez hay un mayor número de personas interesadas en el tema. La idea principal es que una red de entornos online sea capaz de replicar el mundo real, al utilizar tecnologías como el internet, la realidad virtual y la realidad aumentada. De esta manera, quiénes somos en el universo digital sería una extensión de quiénes somos en el entorno offline.
Cuando analizamos las posibilidades del metaverso, debemos tener en cuenta algunos cambios que atravesará la industria de pagos. Por ejemplo, para las instituciones financieras, el metaverso representa un punto de inflexión estratégico y será responsable de acelerar algunas tendencias como el desarrollo de soluciones y servicios de ventas y marketing, estrategias de gestión de riesgo y la popularización de los activos digitales.
Un caso específico es el crecimiento demográfico de los millennials (personas nacidas entre 1980 y 1994) y de miembros de la generación Z (nacidos entre 1995 y 2010), por lo que el desafío de las empresas financieras está en desarrollar sus portafolios orientados a estos públicos e incorporar soluciones de pago digitales que correspondan con las expectativas de los nativos digitales.
Podemos ver que algunas instituciones financieras ya empezaron incluso a construir sucursales en el metaverso. Además de proyectar el metaverso como un nuevo canal de entrega, las organizaciones deben entender los universos virtuales como fuentes relevantes de datos. Dado que las billeteras digitales han sido un punto focal en la negociación de activos virtuales y presentan la capacidad de convertirse en una forma de identidad digital, las empresas tienen como uno de sus objetivos estratégicos vislumbrar la construcción de un portafolio consolidado en billeteras online y buscar oportunidades.
Además se están desarrollando modelos alternativos de puntuación de crédito para suplir una falencia de los modelos tradicionales, los cuales solían enfocarse principalmente en datos financieros. Por ejemplo, ahora hay estructuras basadas en algoritmos para utilizar otros tipos de datos a fin de brindar una visión más amplia de la confiabilidad y del comportamiento financiero de un consumidor.
En el modelo actual, algunas instituciones financieras no tienen acceso a la jornada completa de los consumidores. Si se transfieren los gastos de los clientes de las plataformas online actuales a nuevos formatos en el metaverso, las organizaciones tendrán nuevas posibilidades de personalizar y desarrollar productos.
En dicho contexto, hay fintechs de diferentes regiones del mundo que están trabajando en modelos alternativos de puntuación de crédito para tener éxito en este segmento de la industria, y así poder generar nuevas oportunidades de colaboración con socios tecnológicos y financieros. Por ejemplo en los Estados Unidos, ya existe una tarjeta de crédito centrada en el público joven, en la cual un algoritmo propio permite que los consumidores construyan un historial de crédito con base en esta solución.
Otro aspecto fundamental para que las instituciones financieras tengan éxito en el metaverso es la inversión en marketing y la creación de alianzas. Colaborar con empresas de videojuegos, de entretenimiento y deportes puede ser una forma eficaz de captar la atención y la participación de los millennials y la generación Z, ya que los consumidores de estos sectores generalmente presentan un alto índice de fidelidad.
Con esta nueva estructura, las empresas del sector financiero deben definir estrategias y prioridades para aprovechar las oportunidades que ofrece esta nueva revolución digital. Se trata de un momento similar al visto dos décadas atrás, cuando los marketplaces online revolucionaron la forma de comprar de los consumidores. Y algo está claro: el metaverso cambiará las reglas del juego a medida que vayamos evolucionando del internet de la información al internet del valor.