El almacenamiento de video y los intercambios de información serán los principales objetivos a cumplir con la migración a la nube y la asistencia de la AI.
Por: Pablo Dillon , CHS Market Development de CommScope – CALA
En 2022, veremos una continuidad de las tendencias del año pasado que impactaron los centros de datos, especialmente desde que la pandemia y sus consecuencias han tenido un impacto mayor en nuestras vidas que el que anticipáramos a principio del 2021. Todas las tendencias que remarcamos el año pasado han ocurrido: pronosticamos que los despliegues de 5G tendrían un impacto en el centro de datos, aun cuando la inversión en 4G continúa siendo relevante, y los centros de datos se han estado preparando para el impacto.
También vimos una migración acelerada a la nube, y se están construyendo más centros de datos de edge. El IoT y la necesidad que “todo sea inteligente” son los principales motores del paso a la nube, y el uso del IoT seguirá disparándose. La dependencia la inteligencia artificial aumentó para procesar cantidades cada vez mayores de datos para aplicaciones sensibles a la latencia. Por último, la adopción de la fibra monomodo se aceleró debido a la necesidad de procesar más datos con mayor rapidez.
La mayoría de las personas esperaba volver a los entornos de trabajo híbridos a mediados de 2021, pero continúan utilizando en gran medida estilos de trabajo remotos. De hecho, es probable que veamos cómo el trabajo a distancia se convierte en un estilo de trabajo permanente para muchos trabajadores, al menos parte del tiempo. Veamos estas tendencias con más detalle.
El 5G seguirá creciendo
Los proveedores de servicios y las empresas privadas seguirán evaluando las formas más pragmáticas de añadir capacidad y posibilidades a los planes de despliegue de 5G. En cuanto a su impacto en el centro de datos, el 5G promete un acceso más rápido a la información, lo que impulsará la construcción de más centros de datos edge. Los datos son cada vez más sensibles a la latencia y requieren un acceso más rápido, así que presenciamos la migración de una arquitectura de centro de datos de gran tamaño y edge pequeño, a una arquitectura de Core más pequeño y edge más grande.
Cloud core 5G ampliará las construcciones de centros de datos de forma significativa en las empresas privadas. La implementación de un 5G privado basado en la arquitectura de la nube con radios locales en la nube, es una aplicación muy intensiva en datos y sensible a la latencia, lo que impulsará también el crecimiento de los centros de datos y los centros de datos edge. Esta tendencia iniciará en 2022, también se extenderá durante varios años, a medida que las empresas vayan obteniendo de las operadoras el derecho a utilizar el espectro 5G.
La expansión del IoT
El crecimiento del IoT no muestra signos de desaceleración. De hecho, según Statista, el número de dispositivos IoT en todo el mundo casi se triplicará, pasando de 8.740 millones en 2020 a más de 25.400 millones en 2030. Prevemos que las empresas seguirán concentrando sus inversiones en IoT. Los directivos están estudiando más detenidamente cómo pueden gestionar mejor sus negocios -optimizar los envíos, por ejemplo- y colocar sensores en los lugares adecuados puede ayudar en ese esfuerzo.
Cuando se trata de habilitar el IoT y las cosas inteligentes, las consideraciones vuelven a los datos. Si pensamos en los pequeños puntos de datos que intervienen en algo tan sencillo como un sensor de puerta (cuándo está abierta, cuándo está cerrada, si está bloqueada o desbloqueada, quién la ha desbloqueado o bloqueado) y lo multiplicamos por el número de aplicaciones de los sensores (temperatura, ocupación, iluminación, uso del agua, etc.), todo son datos que deben almacenarse en algún lugar y a los que debe acceder una aplicación o un usuario. La infraestructura que hace que esto funcione está en el centro de datos.
Además, vemos que cada vez más datos son sensibles al retraso y necesitan ser procesados en el edge por lo que el IoT también está impulsando el crecimiento de los centros de datos edge. En la actualidad, la mayoría de las construcciones edge las realizan empresas de nube pública, y algunos proveedores están construyendo centros de datos edge para aplicaciones sensibles a la latencia, como el video. Hay que considerar la explosión de los servicios de transmisión de video, como uno de los principales impulsores de esta tendencia. De hecho, el mayor impacto del IoT en el centro de datos serán las aplicaciones de video: entretenimiento, supervisión de la seguridad, minería de datos y prevención del delito, por ejemplo. Las empresas necesitan almacenar esos datos y actuar sobre ellos en tiempo real, en lugar de analizar datos estáticos o fotos.
La migración a la nube continuará
La escalabilidad y el costo de inversiones están llevando a la gente a la nube. A finales de 2021, HPE informó de que los pedidos interanuales de su plataforma en la nube GreenLake aumentaron un 46%, y el crecimiento interanual de AWS fue de alrededor del 40%. Cuando se puede alquilar algo y escalarlo en cuestión de días frente a planificar y construir algo en años, es un argumento convincente para la nube. Tanto la infraestructura de nube pública como la privada crecerán. Las grandes empresas utilizarán un modelo híbrido, mientras que las más pequeñas sólo utilizarán la nube pública.
Lo que está frenando la expansión es el cumplimiento: la seguridad de los datos y las restricciones de cumplimiento. Por ejemplo, las empresas y los gobiernos tienen normas de cumplimiento para mantener algunos datos dentro de un país o en las instalaciones, o para proteger la información de salud.
Cada vez confiaremos más en la AI y la AR
Los casos de uso de la inteligencia artificial (AI) y el aprendizaje automático (ML) combinados con la realidad aumentada (AR) crecerán rápidamente en 2022. Facebook anunció un cambio de nombre y ahora está orientando la empresa hacia el metaverso impulsado por la AR, que también se utilizará en interfaces, para el marketing B2C, para ventas, formación y aplicaciones de servicio. Por ejemplo, la AR para los técnicos de centros de datos puede vincularse a una aplicación de pedidos de trabajo para que puedan utilizar un smartphone, capaz de mostrarles qué cable deben sustituir en un switch.
El auge del metaverso también impulsará un mayor uso de la AR. Podemos ver un punto en un futuro muy cercano en el que los usuarios pueden duplicar una interacción física con una virtual. Nos hemos acostumbrado a vernos en video, y nos acostumbraremos a vernos en mundos de AR.
Necesitamos la AI porque, a medida que se recogen más datos, se necesita la AI para procesar esos datos: ya no se puede hacer manualmente (pensemos en el reconocimiento facial o el rastreo de contactos). Dondequiera que haya muchos datos complejos, se aplicará el aprendizaje automático. Esto podría ayudar en la crisis de la cadena de suministro calculando automáticamente las rutas de envío y ayudando en la logística, por ejemplo.
El mayor riesgo de la AI es confiar demasiado en ella. Podríamos poner demasiado énfasis en los algoritmos en lugar de asegurarnos que estamos suministrando datos de alta calidad. Con los datos, si lo que entra es basura, lo que sale es basura, y si sólo se confía en la AI, se pueden tomar malas decisiones o hacer falsas suposiciones si los datos son incorrectos.
El uso de la fibra monomodo crecerá con el paso a las redes de 400/800 gigabits
La adopción de la fibra monomodo se ha acelerado. Aunque la fibra multimodo sigue siendo popular, los despliegues de fibra monomodo crecen más rápido que las multimodo. A medida que avanzamos hacia los 400 u 800 Gbps en el centro de datos, vemos que se despliega más fibra monomodo, en particular, dentro de los centros de datos en la nube y de hiperescala.
Es posible que piense que estar hoy en 10Gb o 100Gb significa que la transición a 400Gb está muy lejos. Pero si suma el número de puertos de 10Gb (o más rápidos) al cual usted debe darle soporte, verá que la necesidad de pasar a 400Gb y más allá no está realmente tan lejos.
Los estilos de trabajo a distancia se imponen
El trabajo a distancia se convertirá en un estilo de trabajo estándar, y los responsables de IT están pensando en la mejor manera de prepararse para ello. El uso de la videoconferencia para el trabajo, la educación y el entretenimiento en 2021 tuvo un gran impacto en el centro de datos, y vemos que esta tendencia se ampliará en 2022. Se necesita una gran cantidad de almacenamiento de video, ya que la gente graba las llamadas de video en directo, y los usuarios esperan un acceso fácil y sin fluctuaciones a ese registro. Esto también supone una carga para los centros de datos.
Así que, a medida que el 5G, el IoT, el trabajo remoto y la migración a la nube suponen nuevas cargas para los centros de datos, los responsables de IT compensarán añadiendo almacenamiento, aprovechando la AI y el ML para procesar los datos de forma más eficiente, construyendo centros de datos edge y desplegando fibra monomodo para aumentar las velocidades. A pesar de los continuos problemas por pandemia y de las redes abiertas que las telecomunicaciones han adoptado, prevemos una gran actividad en los centros de datos a medida que los responsables de IT se preparan para la nueva normalidad.