A mayo 2022 la pobreza rural alcanzaría un 34,8% de los hogares (158,146), con una pobreza extrema de 12,4% (56,388).
Por Revista Summa
Con el propósito de aproximarnos al impacto que la inflación a mayo de 2022 tiene sobre la pobreza y pobreza extrema, el Colegio de Ciencias Económicas se ha dado a la tarea de realizar estimaciones basadas en los datos oficiales del INEC. Para ello se han tomado en cuenta la variación en el índice general de precios a mayo, la pérdida de poder adquisitivo de los hogares y las líneas de pobreza y pobreza extrema para mayo de 2022, bajo el supuesto que los ingresos de los hogares se mantuvieron constantes.
Esto significa que si mejoraron las condiciones de empleo o remuneraciones para la población vulnerable, el impacto sería menor al estimado y viceversa. Para conocer el dato definitivo, deberemos esperar la publicación de la ENAHO en agosto, pero ante la gravedad de la situación que atraviesa un número creciente de hogares, el Colegio ha querido adelantar las presentes estimaciones y reiterar su llamado a la acción inmediata.
De acuerdo con nuestras estimaciones, el 29,05 % de los hogares estaría en condición de pobreza (484,078), mientras que el porcentaje de los hogares en condición de pobreza extrema, alcanzaría un 8.98% (149,699).
Ennio Rodríguez, Presidente del Colegio de Ciencias Económicas, señaló que “el impacto que la inflación acumulada a mayo estaría teniendo sobre la pobreza plantea un panorama preocupante y un desafío impostergable para el gobierno. Especialmente crítico es el incremento en la pobreza extrema, la cual alcanzó prácticamente un 9.0%. Pero queremos destacar el mayor impacto de la pobreza en las zonas rurales (12.4% de los hogares estarían en condición de pobreza extrema).
Esta situación se explica por las asimetrías territoriales de bajo desarrollo productivo, bajos niveles de productividad y problemas agudos de desempleo, que históricamente han afectado a los territorios rurales, donde la pobreza y la desigualdad sobrepasan los promedios nacionales”.
Es urgente que el gobierno implemente una serie de medidas para contrarrestar el impacto que la inflación de precios estaría ocasionando sobre los niveles de pobreza. En este sentido, Rodríguez recomendó las siguientes medidas:
- “Aumentar las transferencias monetarias dirigidas a los hogares en condición de pobreza extrema, que compensen el aumento en el costo de la canasta básica alimentaria.
- Considerar subsidiar algunos servicios o bienes cuya filtración hacia quintiles de ingreso más elevado es menor, tales como el transporte público.
- Diseñar programas y políticas de precisión para el combate de la pobreza en zonas rurales y urbanas, sobre la base de los clústeres de pobreza que han sido identificados. Estos programas deben considerar en su diseño e implementación las características diferenciadas que tiene la pobreza en territorios urbanos con respecto a las que presentan los territorios rurales. En particular, debe focalizarse una política de empleo que brinde opciones de calificación particularmente para las mujeres jefes de hogar y apoyo a sus emprendimientos.
- Gestionar recursos de cooperación y asistencia internacional para apoyar a los hogares que se encuentran en condición de pobreza y de vulnerabilidad. La prioridad en la gestión y uso de dichos recursos se debe concentrar en la reducción de la pobreza extrema, tanto urbana como rural.”