Expertos brindan recomendaciones para replantear las metas financieras de cara al cierre de fin de año.
Por Revista Summa
A pesar de que el costo de vida ha incrementado debido a diferentes factores, los expertos en finanzas son optimistas al afirmar que, con una adecuada administración de los recursos, las personas pueden hacer frente a sus compromisos económicos.
Una de las estrategias que precisamente se recomienda para contar con unas finanzas saludables incluso en medio de circunstancias difíciles, son los objetivos financieros.
José Pablo Jiménez, gerente regional de planificación financiera de Instacredit explica que “conocer puntualmente cuáles son nuestras prioridades, ingresos y oportunidades de mejora, nos ayudará a que, cuando los altos costos de vida nos quieran afectar, tengamos el margen para maniobrar, recortando o reemplazando los gastos que son menos vitales”.
Precisamente, esto se logra si se definen e implementan los objetivos financieros, que pueden ser personales o familiares, agrega el experto.
Este término se refiere a metas ajustables a los intereses de cada persona, para lo que es primordial tener clara la visión y objetivo general de vida que determinarán la base para que cada persona pueda establecer propósitos financieros.
“Conocer en dónde estamos y hacia dónde vamos, qué queremos a corto, mediano y largo plazo, además de ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades; nos dará las herramientas para establecer objetivos financieros alineados con los objetivos de vida que generarán la sinergia necesaria para alcanzar cada uno de los mismos”, afirma Jiménez.
Un ejemplo de objetivo financiero para una persona que actualmente no realiza ahorros podría ser “alcanzar el 10% de ahorro mensual del salario en un periodo de seis meses”.
Ese es un objetivo concreto, claro, medible, realista, relevante y con un horizonte de tiempo. Al determinar un periodo de seis meses, permite crear una serie de acciones graduales para ir incrementando el ahorro y así llegar al cumplimiento final del 10%.
Algunas acciones posibles serían:
- Iniciar el ahorro con el 2% del salario
- Ir incrementando un 2% mensualmente
- No gastar más de ¢20.000 mensuales en comidas fuera de casa
- Evitar destinar más de ¢10.000 mensuales en taxis u otro medio de transporte similar.
Para establecer estas acciones, es importante analizar en qué se está gastando el salario y hacer un listado con la distribución total de los ingresos para conocer en qué puntos se pueden establecer las primeras metas.
Una herramienta que se recomienda para conocer si la persona va por buen camino, es elaborar un cuadro sencillo con acciones mensuales y semanales. Esto se podría revisar cada domingo y con un ✔ o una ❌ evidenciar si se está cumpliendo o no con cada una de las metas que se establecieron.
Por otra parte y de cara a cerrar el año con finanzas saludables, surge la siguiente pregunta: ¿cómo replantear los objetivos financieros en los últimos meses? Para esto, se brindan las siguientes recomendaciones:
- No acumular deudas, ya sabemos qué adeudamos y cuándo debemos pagarlas según el plan de ingresos y gastos. Acumularlas significa un efecto de bola de nieve que puede significar incurrir en excesivos gastos por intereses generados.
- Eliminar la mayor cantidad de gastos innecesarios; es hacer un poco de conciencia e identificar en cuáles de ellos se puede ahorrar más.
- No endeudarse por querer pagar otras deudas, preferiblemente tener una comunicación directa con la entidad financiera y llegar a un arreglo de pago que convenga a ambas partes.
- Aprender sobre educación financiera, reforzar lo que ya se sabe y sobre todo, aplicarlo en la vida cotidiana.
- Conocer la capacidad de pago; se debe analizar y verificar que los ingresos sean suficientes para pagar las cuotas de las deudas que se tengan, la fórmula del éxito es cumplir con la meta de ahorro y pagar nuestras cuotas de crédito. Los dos momentos principales en los que las personas deben analizar un replanteamiento de sus objetivos financieros son:
- Alguna emergencia familiar que obligue a la utilización de los ahorros.
- En caso de que el objetivo deje de cumplir con alguna de las bases fundamentales, donde ya no es relevante, realista o el horizonte de tiempo no sea alcanzable.
“Motivamos a todas las personas a enrollarse las mangas y empezar a realizar pequeños cambios en la administración de su dinero, les recordamos que esta área es fundamental para poder contar con una mejor calidad de vida. Esperamos que herramientas como los objetivos financieros puedan ser una alternativa para los costarricenses”, concluye José Pablo Jiménez.