Grupos de personas participan en una protesta contra el presupuesto del Estado 2021 y el presidente guatemalteco.
Por EFE
Decenas de guatemaltecos volvieron a manifestarse este lunes contra el presidente del país, Alejandro Giammattei, y el Congreso, aunque en menor medida que los dos días anteriores, con la demanda sostenida de dimisión para el mandatario y los diputados que aprobaron el presupuesto 2021.
El grupo de inconformes se instaló con carteles en la Plaza de la Constitución (parque central) en dirección al Palacio Nacional de la Cultura (sede del Gobierno) y durante momentos tomó parte de la calle que da al edificio verde oscuro, construido en 1939 en el centro de la Ciudad de Guatemala.
En el frontispicio del palacio también hubo presencia policial con una hilera de agentes que custodiaba el edificio.
La manifestación fue nuevamente convocada por diversos sectores, principalmente el estudiantil y, pese a que disminuyó en cantidad, mantuvo su presencia por tercer día consecutivo, un hecho prácticamente sin antecedentes recientes en Guatemala, incluso con la caída en 2015 por corrupción del Gobierno de Otto Pérez Molina (2012-2015).
LA MANIFESTACIÓN DEL SÁBADO
El pasado sábado, mientras más de 10.000 personas protestaban enérgica y pacíficamente contra la aprobación por Congreso del presupuesto estatal para 2021 -el miércoles 18 de noviembre, de madrugada y de forma opaca-, otro grupo de encapuchados quemó parte de las instalaciones del Organismo Legislativo, ubicado a menos de un kilómetro de distancia.
Tras la quema del Congreso, policías antimotines se ubicaron en las calles aledañas del Parlamento y también del centro de la Ciudad de Guatemala, donde dispersaron a los manifestantes con gases lacrimógenos y «exceso de la fuerza», en palabras del vicepresidente, Guillermo Castillo.
Después de los enfrentamientos con manifestantes que lanzaron piedras y palos, la policía continuó su avance hacia la Plaza de la Constitución, donde seguía la nutrida manifestación pacífica, para lanzar bombas de gas que alcanzaron a niños y personas de la tercera edad.
La población, sin embargo, volvió a seguir lanzando consignas, hasta que, al caer la tarde e iniciar la noche, se desató la mayor represión de las fuerzas de seguridad, con capturas de una treintena de personas, golpes a periodistas y lanzamiento de agua a presión.
La mayoría de los manifestantes detenidos salieron libres entre el domingo y este lunes al decretarse falta de mérito por parte de las autoridades, incluido un juez que criticó la falta de preparación del Ministerio Público (Fiscalía) ante la ausencia de indicios para levantar cargos contra los acusados.