El pueblo cubano pierde el miedo y sale a las calles y en una histórica jornada de protestas, exige libertad. Estados Unidos pide al Gobierno cubano atender la situación de los habitantes de la isla.
Por La Estrella
¡Libertad, libertad, libertad! Es el grito, al unísono, de miles de cubanos que el domingo se tomaron las calles de la ciudad de La Habana y de otras provincias de la isla, porque no aguantan más el oprobio del régimen socialista que los gobierna y que no les garantiza las necesidades básicas.
“¡Hola!… Por aquí no tengo un servicio estable de datos. Es decir, no tenemos internet…”, contestó un cubano y periodista, al que La Estrella de Panamá intentó contactar para recabar información de la situación en Cuba.
Las miradas del mundo están puestas en la isla caribeña, en la que podría ser la peor crisis social de los últimos 60 años, probablemente peor que el “Maleconazo” en 1994, una serie de manifestaciones antigubernamentales que eran consideradas las más prominentes desde el inicio de la revolución cubana de Fidel Castro.
Una crisis social que ha trascendido fronteras y llegado hasta Panamá, que fue escenario de una protesta en la embajada de la isla caribeña entre quienes defienden al régimen comunista y quienes lo adversan. ¡Viva Cuba! ¡Viva la revolución! ¡Cuba sí, yanqui no! Eran los gritos de algunos simpatizantes de la revolución cubana.
Y aunque el acceso a información es limitado, por la irrupción parcial de las redes sociales y las plataformas de mensajería, a raíz de las protestas desatadas el domingo 11 de julio en la isla, las imágenes son inéditas. Y hasta parecen de cualquier otro país latino, menos de Cuba, un pueblo que durante décadas ha guardado silencio por orgullo, por dignidad o, sencillamente, por miedo.
Un hombre trepado en un automóvil blanco, que estaba volteado, ondeaba la bandera de la isla manchada de rojo, que se asemeja a la sangre. La sangre que ha corrido por los enfrentamientos entre policías y manifestantes y que ha conllevado el arresto y desaparición de múltiples personas.
En Twitter, el Movimiento San Isidro recopiló más de 70 nombres de personas que no han sido localizadas después de unirse a las protestas o manifestarse a través de las redes sociales.
Las protestas son una manera de rebelarse a un régimen que no permite disidencia ni manifestaciones. Y es que cuando un pueblo no recibe los ingresos para una subsistencia decorosa, se percata de que las autoridades no están en la capacidad de suministrar los recursos, que es la clave del régimen socialista, explicó Fernando Gómez Arbeláez, especialista en derecho internacional.
“No vamos a admitir que ningún contrarrevolucionario, mercenario, vendido al Gobierno estadounidense, recibiendo dinero de las agencias, dejándose llevar por todas estas estrategias de subversión ideológica vayan a provocar desestabilización en nuestro pueblo. Habrá una respuesta revolucionaria”, amenazó el presidente de la isla de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
La orden del presidente es: “a la calle los revolucionarios” para enfrentar a quienes protestan por comida y medicamentos y piden libertad.
El pueblo parece haber perdido el miedo, no teme a los disparos, a los gases que intentan disuadir las multitudes. “¡Abajo el régimen! ¡Un pueblo unido, jamás será vencido!”, corean enardecidos, colmados de las necesidades, de la escasez de alimentos y medicamentos en medio de una tercera ola de la enfermedad de la covid-19, que amenaza con colapsar el sistema sanitario.
“Le dieron a uno, le dieron a uno, le dieron al policía. ¡Ay Dios! Eso no me gusta, Dios mío. ¿Qué está pasando aquí? Se van a comer al policía”, comentan varios cubanos, en un video colgado en la plataforma del diario digital Diario de Cuba y que está relacionado con las protestas del 11 de julio de 2021.
“La #RevoluciónCubana no va a poner la otra mejilla a quienes atacan en espacios virtuales y reales. Evitaremos la violencia revolucionaria, pero reprimimos la violencia contrarrevolucionaria. Quien ataca a los agentes del orden ataca al país #Somos Cuba”, dijo Díaz-Canel, en su cuenta oficial de Twitter.
Estados Unidos apoya al pueblo cubano y su clamor por libertad y alivio ante las trágicas consecuencias de la pandemia.
“El pueblo cubano está actuando con valentía al reivindicar sus derechos fundamentales y universales”, dijo Joe Biden, presidente de Estados Unidos, en una declaración que envió a través de la Embajada de Estados Unidos en Panamá.
Estados Unidos hizo un llamado al régimen cubano a que escuche a su pueblo y atienda las necesidades en este momento vital, “en vez de enriquecerse”.
Cuba no es el único que culpa a Estados Unidos de la rebelión del pueblo cubano. Moscú, Caracas, Managua y México, gobiernos de corte socialista y aliados al régimen cubano también lo hacen.
“El pueblo revolucionario de #Cuba salió a las calles a proteger su soberanía y dignidad”, tuiteó Jorge Arreaza, quien se identifica como militante socialista, chavista y bolivariano, ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de Venezuela. Al mismo tiempo retuiteaba un video donde grupos gritaban “el que no salta es yanqui”.
Por su parte, el presidente mexicano, Andrés López Obrador, pidió suspender el embargo económico de Washington en La Habana.
“Estamos siguiendo de cerca el desarrollo de la situación en Cuba y sus alrededores”, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, según el medio RT.
“Consideramos inaceptable la injerencia externa en los asuntos internos de un Estado soberano y cualquier otra acción que fomente la desestabilización de la situación en la isla”, agregó la diplomática.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, no se quedó atrás. “Las imágenes de un formato conocido de desestabilización imperialista que los pueblos libres, que sabemos defender nuestra soberanía y derechos, hemos vivido, enfrentado y vencido”, citaba el mensaje de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Fernando Gómez Arbeláez, especialista en derecho internacional, dijo que la población cubana ha perdido el miedo.
“Ha estado más activa y más militante en expresar sus sentimientos y realidades… Quizás están buscando un nuevo régimen, un nuevo sistema político y económico que le dé respuesta a las necesidades básicas porque el actual no lo está haciendo”, explicó el experto.
Cuba enfrenta problemas económicos estructurales desde hace mucho tiempo, pero se han acrecentado con la pandemia. La isla caribeña, en gran medida, depende del turismo, una de las industrias más afectadas por la pandemia de la covid-19.
“Los turistas no han estado llegando, los hoteles están vacíos, no hay circulante que ayude a los cubanos a vivir su día a día”, continuó el abogado.
Arbeláez no prevé que el movimiento que ha iniciado en la isla progrese por la represión policial impuesta por el régimen comunista.
Díaz-Canel es miembro del Partido Comunista de Cuba, presidente de la isla desde octubre de 2019, considerado el sucesor de la dictadura de los Castro, la familia que por medio siglo impuso un régimen denominado la revolución socialista cubana.