La adaptación de los espacios de trabajo será clave en la búsqueda de la salud y bienestar de los colaboradores.
Por Revista Summa
Poco a poco los distintos sectores se dan a la tarea de implementar cambios en sus actividades diarias en miras de adaptarse al “nuevo normal” que el Covid-19 vino a imponer alrededor del mundo. Por ejemplo, los empresarios se encuentran evaluando sus lugares de trabajo con la intención de extender una invitación a un regreso paulatino de su fuerza laboral a sus espacios físicos.
Este regreso, claro está, dependerá de que las empresas incorporen sistemas y prácticas que favorezcan la salud y bienestar de sus ocupantes y sin duda alguna, también de la reducción de costos de cara al empleador.
Algunos de los aspectos que los empresarios tomarán en cuenta en búsqueda o adaptación de espacios de trabajo físicos serán:
· Salud y Bienestar: La prioridad bajo este nuevo panorama será sin duda la salud y el bienestar de los trabajadores. El regreso a las oficinas implicará que los espacios de trabajo deban estar mejor preparadospara jugar un papel de mayor peso en fomentar la salud de las personas que los ocupan. Lo anterior significará una importante inversión en aspectos tales como: Mantenimiento constante de los sistemas de ventilación con filtros de eficacia tipo F8 y F9 creados para ser una barrera contra el virus, utilización de fotocatálisis o luz UVC enfocada en la desactivación de los microorganismos, una constante limpieza y desinfección de superficies de contacto como puertas, sobres de escritorios y cocinas, mantenimiento de niveles de humedad enfocados en dificultar el desarrollo de agentes nocivos.
· Reducción de costos: Los empresarios se darán a la tarea de crear espacios de trabajo adaptados a los llamados de disminución de aforo, es decir oficinas con un menor metraje y por consiguiente un menor costo de alquiler. Es muy probable que las jornadas se adapten de forma que los equipos de trabajo se roten entre los distintos días de la semana bajo el formato presencial por lo que la utilización de oficinas muy amplias no tendrá mayor sentido.
· Contratos flexibles: El impacto económico de los distintos sectores llevará a los empleadores a analizar sus contratos de arrendamiento, es decir que se valorarán contratos flexibles y sin penalizaciones en miras de recurrir a medidas de reducción o eliminación de espacios físicos en caso de ser necesario.
· Necesidad de contacto humano: Diversos estudios como el presentado por ladoctora Fiona Kerr, han revelado que el contacto visual y la conexión física con otro ser humano tiene un impacto directo sobre la generación dopamina y la disminución del cortisol, la hormona que causa el estrés. Lo anterior, refuerza la necesidad de contar con espacios físicos con la intención de brindar un equilibrio entre las modalidades de trabajo virtual y presencial en tiempos de Covid-19.
· Adaptación de espacios de trabajo: Sin duda alguna la política de distanciamiento social formará parte del día a día de millones de colaboradores alrededor del mundo, esta medida obligará a la ejecución de adaptaciones y remodelaciones de espacios físicos como lo serán la implementación de un espacio mínimo de 1.8 m entre escritorios, butacas en cocinas y espacios compartidos. En muchos casos se menciona, incluso, la implementación de la modalidad de cubículos cerrados que se consideraba ya cosa del pasado.
Estas medidas son clave en la búsqueda de la adaptación ante la nueva realidad que el virus pone frente al sector empresarial. Así mismo, las mismas permitirán encontrar un punto de equilibrio entre las ventajas del teletrabajo y los atributos y beneficios del formato presencial para los colaboradores que buscan y requieren de conexión humana y espacios que fomenten la creatividad.