Propusieron la creación de un boulevard que permita el sano entretenimiento y la incorporación de una ciclovía que busca que todos disfruten de una infraestructura bien diseñada y un entorno que cumpla con requerimientos de ciudades sostenibles.
Por Revista Summa
La problemática vial que se vivía en la Calle Ancha de Freses de Curridabat (C093), era la misma que se repetía en una gran parte de las carreteras del país, sobre todo en el Gran Área Metropolitana: contaminación visual, ambiental y sónica provocada por el alto tráfico de vehículos, por un pésimo cableado, ausencia de vegetación, aceras en malas condiciones, inseguridad, piques, estrés de vecinos y transeúntes, entre otras.
Esto precisamente fue lo que motivó a dos estudiantes de Ingeniería Civil de la Universidad Fidélitas a hacer una propuesta de pacificación vial para la recuperación y democratización de espacios públicos en conjunto con la Municipalidad de Curridabat.
En este caso, las estudiantes de Ingeniería Civil, Katherin Pamela Camareno Bejarano Y Karina María Chacón Rodríguez, propusieron el diseño y construcción de un boulevard que cuente con una ciclovía central, con mobiliario que sirva como recreación para la población, la arborización con especies nativas para que brinden sombra y belleza natural, reduzcan la contaminación, la temperatura y aumenten el bienestar psicológico de la comunidad, sin interferir con la actual circulación vehicular.
Para nadie es un secreto que los espacios públicos bien diseñados y regulados con los requerimientos de desarrollo sostenible juegan un papel importante para que las ciudades sean habitables y brinden grandes beneficios. Dicho boulevard incluye espacios seguros de movilidad peatonal para lograr así un equilibrio entre la comunidad, el ambiente y el desarrollo urbano.
Manos a la obra
Para efectos presupuestarios, la implementación consta de tres etapas. Ya la Municipalidad de Curridabat y la comunidad realizaron la primera etapa, que corresponde a la intervención del ancho del boulevard, la demarcación, la arborización, la instalación de mobiliario. Gracias a ello, ya los peatones están disfrutando de diferentes maneras del espacio público, pues ha permitido que puedan transitar y cruzar la calle con más seguridad, pasear sus mascotas, hacer ejercicio y disfrutar de un espacio agradable.
Temores anteriores
“Y es que esta calle, que mide 18 metros de ancho, como pocas hay en el país, contaba con dos carriles en cada sentido y esto aumentaba el temor y la inseguridad para los peatones a la hora de cruzarla, sobre todo, por las altas velocidades con las que transitan los conductores por esa zona y porque durante la noche la utilizaban para piques”, comentó Katherin Pamela Camareno Bejarano, estudiante.
Proyectos con impacto social
“Además de los diagnósticos realizados en conjunto con la Municipalidad de Curridabat, los estudiantes llevaron a cabo varias tareas de reconocimiento terrestre y aéreo por medio de un dron”, señaló Eliza Fernández, profesora de Ingeniería Civil de Fidélitas.
A criterio de Fernández, los estudiantes hicieron un trabajo muy completo, acorde a los requerimientos municipales. Desarrollaron un detallado análisis del flujo y los aforos de la vía, tomaron las medidas de la calle y las aceras, así como el detalle de su estado. Hicieron un inventario de las obras existentes, de los servicios disponibles, del arbolado, de las zonas techadas, la iluminación peatonal, los obstáculos y la demarcación, detalló la profesora de Fidélitas.
“Por tratarse de un proyecto para la comunidad, además del análisis visual, aplicamos encuestas a los vecinos, quienes expresaron que entre los aspectos que más les preocupa es la inseguridad que tienen para cruzar de un lado al otro, el mal estado de las aceras y la falta de una mejor iluminación nocturna”, explicó la estudiante Karina María Chacón Rodríguez.
Problemas de accesibilidad y falta de semáforos
Para José Pablo Aguiar, director de Ingeniería Civil de Universidad Fidélitas, uno de los aspectos que llamaron la atención en los estudios realizados fue el bajo índice que obtuvo el rubro de accesibilidad, cuyo promedio dio 0 de 100. El estudio también evidenció que no hay semáforos peatonales en ninguna parte de la vía, aunque la totalidad de la aceras sí cuentan con pasos peatonales y, en algunos casos, reductores de velocidad, por lo que su índice es 63 de 100.
¿Qué incluye el rediseño?
Algunas de las recomendaciones que enfatizaron son:
– La colocación de rampas para personas con discapacidad en todos los cruces peatonales, tanto de las aceras existentes como del boulevard a construir.
– Establecer una adecuada señalización de tránsito en la zona.
– Aumentar el arbolado con especies nativas para generar sombra y bienestar general.
– Mejorar la iluminación para que aumente el índice de seguridad y mayor tráfico poblacional en la noche.
– Diseñar una ciclovía en el centro, separada del tránsito de peatones y los vehículos, para promover el uso alternativo de transporte.
– Establecer los pasos peatonales correspondientes en función del boulevard.
– Colocar las instalaciones eléctricas subterráneas para reducir la contaminación visual y favorecer la estética urbana, así como la seguridad al reducir el riesgo de un accidente por caída de cables o postes.
– Disponer de sistemas de riego para favorecer el mantenimiento de las zonas verdes y plantas ornamentales, mismos que pueden funcionar con fuentes de energía alternas.