El país estuvo durante 200 años sin una obra que hiciera honor a este acontecimiento.
Por Revista Summa
El pasado viernes 29 de octubre de 2021 pasa a ser un día histórico para el país, ya que se develó el Monumento a la Independencia de Costa Rica, denominado “Costa Rica Victoriosa”. Durante dos siglos de vida independiente, Costa Rica no contó con una obra que hiciera honor a este acontecimiento tan importante y es por ese motivo que, en conmemoración del Bicentenario, Mucap realizó esta donación en agradecimiento a todo el pueblo de Costa Rica por su confianza y preferencia durante más de 50 años.
La imponente obra de arte de casi 12 metros de altura fue colocada en la Plaza Mayor de Cartago por el peso histórico del lugar, debido a que en este punto fue donde se dio la firma y la jura del acta de la Independencia de Costa Rica el 29 de octubre de 1821, además de que este sitio es Patrimonio Nacional.
Para Eugenia Meza, Gerente General de Mucap, esta es una obra que el pueblo costarricense merece y necesita, ya que la victoria del país no es solo haber obtenido la Independencia, sino mantenerla a través de 200 años.
“Cuando nos percatamos de que, luego de 200 años de vida independiente, Costa Rica no tenía un monumento para conmemorar su Independencia, aceptamos el reto que nos planteó la Municipalidad de Cartago de hacer la donación de la obra, lo cual hoy nos honra y enorgullece. Además, este proyecto calza a la perfección con nuestros programas de responsabilidad social empresarial, que trascienden el giro de nuestro negocio y nos permiten influir positivamente en la sociedad en general”, agregó la Gerente General de Mucap.
Se debe resaltar que para la creación e instalación de esta obra fue necesario pasar por todos los filtros de diversas instituciones y ministerios para contar con los debidos permisos y autorizaciones. Se obtuvo la aprobación del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICOPAC) del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) y de la Municipalidad de Cartago.
La obra tuvo un costo total de 150 millones de colones, los cuales fueron donados en un 100% por Mucap.
Sobre la obra y el artista
El artista encargado de realizar el monumento “Costa Rica Victoriosa” es el escultor costarricense, Ángel Lara, quien desde los 11 años de edad se dedica a esculpir y crear diversas obras de arte con una orientación a destacar la cultura costarricense. Lara ha sido el encargado de crear la estatuilla que se otorga en los Premios Nacionales de la Cultura y muchos de sus trabajos se pueden apreciar a lo largo del mundo en países como Australia, Alemania, Rusia, Estados Unidos y Corea del Sur.
“Esta oportunidad que se me brinda me llena de orgullo. Es una gran responsabilidad porque sé que, además de tener un compromiso con Costa Rica para darles una obra que represente de manera correcta la Independencia, sé que tengo el compromiso también con mis colegas porque esto es una representación del trabajo que los escultores costarricenses podemos ofrecer. Desde el primer día hemos dado todo por este proyecto y solo me queda agradecer a las personas que confiaron en nosotros y a todo el equipo de trabajo que aportó durante estos seis meses”, declaró el artista nacional.
Lara describe esta escultura como un homenaje y un elogio a la libertad. Es una figura femenina porque Costa Rica, en el idioma español, es femenino. Representa a la Madre Patria, a la Madre Tierra, a la Independencia y a la libertad. Se levanta con mucha fuerza porque el país inició sus primeros pasos desde el sector agrícola. Su cara mira hacia la bandera nacional y su cuerpo muestra una rotación, lo cual representa el momento mismo en el que se firma la Independencia y permite que los costarricenses tomen su propio camino. Sus alas reflejan la unión de todas las personas que habitan Costa Rica y hacen que el país se levante día a día.
El monumento contempla una variedad de materiales, iniciando desde su base con un anillo en granito volcánico, piezas milenarias extraídas de las faldas del volcán Irazú y talladas por los canteros de Cervantes de Cartago hasta Patarrá. La figura humana es en acero inoxidable estructural, lo cual le permite al monumento una capacidad de resistencia mayor y asegurar su calidad durante largos años sin importar las condiciones climáticas.