Por EFE
El Gobierno de Costa Rica declaró este miércoles una alerta verde (preventiva) por los efectos que traerá consigo el fenómeno de El Niño durante el segundo semestre de 2023 e incluso los primeros meses del próximo año.
«El fenómeno de El Niño va a ponerse durito en julio. Habrá más temperatura y menos lluvia», afirmó el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, en la conferencia de prensa semanal posterior al Consejo de Gobierno.
El director del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), Werner Stolz, anunció que el fenómeno está en desarrollo, que se consolidará entre julio y agosto próximo y se podría extender incluso al primer semestre del 2024.
«Debido al niño en su proceso de desarrollo tuvimos un mes de mayo bastante deficitario (en lluvias) de hasta un 76 % en el Caribe» del país, declaró Stolz.
El pronóstico del IMN indica que para el trimestre de junio a agosto habrá un déficit de lluvias de entre 10 % y 20 % en el Pacífico y el centro del país, situación que se mantendrá en el trimestre de septiembre a noviembre pero extendiéndose al Caribe donde habrá al menos un 10 % de déficit.
Además, se prevé que las temperaturas en el Pacífico y en el centro del país estarán alrededor de 1,5 grados celcius por encima de lo normal para ese periodo del año.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) declaró este miércoles una alerta verde (preventiva) para todo el país para hacer frente a los efectos del fenómeno de El Niño en áreas como energía, agua, agricultura, ganadería e incendios forestales.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) prevé que en 2023 el 95 % de la demanda eléctrica nacional se cubrirá con fuentes renovables y recurrirá al Mercado Eléctrico Regional y plantas de combustible para completar la demanda.
Cerca del 75 % de la energía eléctrica de Costa Rica se produce con plantas hidroeléctricas que podrían verse afectadas por el déficit de lluvias pronosticado para el segundo semestre de 2023.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) está haciendo un llamado a los productores para que implementen en sus fincas técnicas que permitan la recolección y uso eficiente del agua y la conservación de forrajes.
Por su lado, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) aplicará acciones preventivas en el mantenimiento de plantas y proyectos para mejorar la distribución de agua y acelerará el desarrollo de proyectos de infraestructura.