El 1 de diciembre de 1948, concluida la última guerra civil que vivió este país, el caudillo José Figueres Ferrer, luego tres veces presidente del país, abolió el Ejército como institución permanente.
Por EFE
Costa Rica celebró este miércoles el 73 aniversario de la abolición de su Ejército en un acto protocolario en el que el presidente, Carlos Alvarado, criticó el aumento del gasto militar a nivel global en tiempos de crisis climática y sanitaria.
«Costa Rica tiene la oportunidad de decirle al mundo con autoridad moral esas verdades que son incómodas pero ciertas. Verdades como que en los dos últimos años el gasto militar en el mundo ha aumentado, en medio de la pandemia. La inversión militar ha aumentado y la inversión nuclear también ha aumentado», manifestó Alvarado en un discurso en el Museo Nacional, edificio que albergó el último cuartel militar del país.
El presidente, quien terminará su mandato de 4 años el próximo 8 de mayo, también criticó que en la actualidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la lucha contra el cambio climático están «sin pleno financiamiento».
«Estamos gastando en armas de destrucción del planeta cuando ya lo estamos destruyendo sin usarlas (…) En América Latina este aumento del gasto militar también ha ocurrido, en una región en la que nos estamos empobreciendo o creciendo la desigualdad», declaró.
El 1 de diciembre de 1948, concluida la última guerra civil que vivió este país, el caudillo José Figueres Ferrer, luego tres veces presidente del país, abolió el Ejército como institución permanente, lo cual quedó ratificado en la Constitución Política de 1949, vigente en la actualidad.
Alvarado también defendió el legado social que el país ha disfrutado desde que se eliminó el Ejército y reconoció que hay instituciones del Estado que no están sirviendo como deberían hacerlo.
«Costa Rica es un Estado que cree en la solidaridad, que cree que tiene un rol para todos los costarricenses. El Estado debe jugar un papel y lo ha jugado en salud, justicia, educación y en distintos dimensiones y de ahí viene nuestro desarrollo relativo», expresó.
Alvarado dijo, sin mencionar directamente la campaña electoral rumbo a las elecciones del próximo 6 de febrero, que hay gente que quiere reducir el tamaño y el papel del Estado, y hay otros, como él, que creen que eso no se debe hacer, sino más bien, tratar de mejorar el sistema.
«Podemos optar por reducir el rol del Estado, cerrar instituciones y desfinanciarlas, donde probablemente tendremos menos erogaciones fiscales como sociedad, pero no tendríamos herramientas para garantizar muchas cosas a las que aspiramos; o podemos creer en las instituciones del Estado», dijo.
El presidente reconoció que «muchas de estas instituciones están mal y no sirven como deberían servir», y que «el Estado está lejos de ser perfecto».
Alvarado dijo que en las instituciones hay «ineficiencia e incompetencia» y «muchas veces corrupción», pero que la solución no es cerrarlas.
Esta fue el último discurso de Alvarado en la celebración de la Abolición del Ejército, pues terminará su mandato el próximo 8 de mayo.
Para las elecciones del 6 de febrero están convocados a las urnas 3,5 millones de costarricenses que deberán elegir al presidente y los 57 diputados del Congreso para el periodo 2022-2026.