La aprobación del presupuesto del 2021 en noviembre de 2020 le trajo al presidente, Alejandro Giammattei, y al Congreso, una grave crisis.
Por EFE
El Congreso de Guatemala aprobó este jueves el presupuesto de la nación centroamericana para 2022 por un monto de 13.615 millones de dólares, bajo críticas de la oposición por el manejo y destino de los fondos.
La «Ley del Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal 2022» fue aprobada en una sesión en la noche de este jueves bajo el decreto 16-2021 del Congreso, con el voto a favor de 120 de los 160 diputados que componen el Organismo Legislativo.
La mayoría de los diputados que votaron a favor forman parte de la bancada oficial Vamos, del presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, o de agrupaciones aliadas.
El presupuesto recién aprobado para 2022 por 13.615 millones de dólares (106.200 millones de quetzales en moneda local) es un 2,33 por ciento menor que el ejecutado en 2021, cuando ascendió a 13.940 millones de dólares.
Sin embargo, el presupuesto que inicialmente fue aprobado para 2021 era de 11.347 millones de dólares, pero por modificaciones en los renglones para la atención a la pandemia posteriormente durante el presente año se elevó en alrededor de 2.593 millones de dólares para sumar así 13.940 millones en total.
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
Una de las principales bancadas de oposición, Semilla, manifestó su contrariedad por la aprobación del presupuesto y votó en contra del mismo mediante sus siete legisladores.
«Este presupuesto no es más que un golpe a la dignidad de Guatemala. Es la máxima expresión de hipocresía y traición al pueblo», dijo el diputado Samuel Pérez Álvarez, en medio de abucheos en el Congreso por parte de colegas de la bancada oficialista y de grupos políticos aliados.
«A inicios del año pasado, el oficialismo aprobó una ley anti organizaciones no gubernamentales. Pero hoy le aumentan 67 millones de quetzales (8,6 millones de dólares) a organizaciones no gubernamentales de diputados oficialistas», resaltó el legislador.
Pérez Álvarez añadió que sus colegas de la bancada oficial junto con sus aliados «se aumentaron la comida» y el presupuesto es «la mayor estafa de este Gobierno».
La bancada Semilla ya había advertido previamente que el presupuesto finalmente aprobado «castiga políticas de inversión social» al reducir 13 millones de dólares en un programa de agricultura, un 65% fondos para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas y cuatro millones de dólares en puestos y centros de salud.
Semilla señaló además que el Ejecutivo gasta 40 millones de dólares en «un seguro escolar inservible» y aumentó el presupuesto del Ministerio de Defensa en 39 millones de dólares.
El nuevo presupuesto para 2022 fue apoyado además por varias bancadas aliadas al oficialismo como FCN Nación, del expresidente Jimmy Morales (2016-2020); la bancada Unionista, del también exmandatario Álvaro Arzú (1996-2000), y la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), con la que gobernó el país Álvaro Colom (2008-2012).
EL ANTECEDENTE DE 2020
La aprobación del presupuesto del 2021 en noviembre de 2020 le trajo al presidente, Alejandro Giammattei, y al Congreso, una grave crisis que derivó en la quema de una parte de las instalaciones del Parlamento, en el centro de la Ciudad de Guatemala, tras una masiva manifestación.
La convocatoria para dicha manifestación en noviembre de 2020 surgió por la inconformidad de la población con el opaco manejo de las autoridades del presupuesto de 2021 y causó que, tras varias protestas, Giammattei pidiera la intervención de la Organización de los Estados Americanos (OEA) mediante un diálogo.
Debido a las manifestaciones en noviembre de 2020, el Congreso dio marcha atrás en el presupuesto inicialmente aprobado para 2021, que ascendía a 12.948 millones de dólares y que causó la ira de la población.