Estudio que destaca los destinos más atractivos para los nómadas digitales en busca de un nuevo hogar, según la legislación y factores de habitabilidad como el clima, el coste de la vida y la igualdad.
Por Revista Summa
A medida que el trabajo a distancia se está convirtiendo en la nueva normalidad para millones de personas en todo el mundo, algunos países están creando una legislación de «trabaja desde cualquier lugar», lo que está abriendo la posibilidad de que los trabajadores se trasladen a las ciudades que mejor se adapten a su estilo de vida.
El Índice del trabajo desde cualquier lugar 2021 evalúa 75 ciudades del mundo en función de una serie de factores relacionados con el trabajo desde casa, como los costes y las infraestructuras, los impuestos, las libertades, la seguridad y la habitabilidad. El estudio revela las mejores ciudades para vivir y trabajar a distancia, algunas de las cuales ya cuentan con visados especializados para los trabajadores a distancia.
Aunque algunos destinos han respondido más rápidamente que otros a este nuevo panorama en desarrollo, la mayoría se ha quedado atrás. La nueva realidad, sin embargo, parece que va a permanecer, lo que significa que las ciudades que legislen para atraer a este nuevo tipo de trabajadores podrían cosechar los beneficios.
Nestpick, se encuentra con millones de usuarios en su plataforma de alojamiento que buscan un cambio de ubicación que se ajuste mejor a sus necesidades de trabajo y estilo de vida. Incluso antes de la pandemia, los avances tecnológicos y la conectividad digital impulsaron a muchas empresas a adoptar una política de trabajo desde cualquier lugar, permitiendo a los empleados elegir la modalidad de vida/trabajo que más les convenga.
La pandemia ha acelerado esta tendencia rápidamente en los últimos 12 meses, sin embargo, muy pocos países han promulgado leyes diseñadas para atraer a trabajadores extranjeros. En su lugar, sólo ofrecen visados a quienes aceptan trabajos in situ, con lo que pierden la oportunidad de atraer a sus ciudades a personas con altos salarios sin necesidad de generar nuevos puestos de trabajo. Para saber más sobre este fenómeno, decidimos investigar qué ciudades no sólo son las más atractivas y acogedoras para los extranjeros, sino también las que cuentan con la infraestructura y la legislación necesarias para facilitar que los empleados remotos vivan y trabajen allí.
«El último año ha demostrado a muchas empresas que el trabajo a distancia no es sólo una posibilidad, sino algo que puede ser beneficioso para todos. La tecnología está disponible desde hace tiempo, pero ha sido necesario verla en la práctica para que la idea se impusiese realmente», comenta Omer Kucukdere, fundador y director general de Nestpick.
Comenzaron el estudio seleccionando una lista de 75 grandes ciudades a nivel mundial, citadas a menudo como «destinos más habitables». A continuación, se analizan estas ciudades en función de tres grandes categorías (costes e infraestructuras, legislación y libertades, y habitabilidad) que, combinadas, las convierten en un buen lugar tanto para trasladarse como para trabajar a distancia.
En la primera categoría, se observan los costes básicos y los requisitos de instalación necesarios para trabajar cómodamente con un gasto adicional mínimo, como el precio y la disponibilidad de un espacio adecuado para la oficina en casa y la velocidad y capacidad de Internet en cada lugar.
Para la segunda categoría, se valora la facilidad con la que un extranjero podría trabajar a distancia en cada lugar, investigando si los países ofrecían un visado especial para estos empleados, así como la infraestructura específica para el trabajo a distancia, como las deducciones fiscales y la regulación. Poder vivir con seguridad y libertad suele ser un factor decisivo para los potenciales migrantes, por lo que se analiza el alcance de los derechos humanos y las libertades básicas en cada lugar, así como los niveles de seguridad y apoyo a la igualdad de género y la inclusión de las minorías.
Tras evaluar estos elementos estructurales y legislativos, se dirige la atención a los factores que hacen de una ciudad un magnífico lugar para vivir, como el acceso a la cultura y a los eventos de ocio antes y durante la pandemia, así como el clima general y los niveles de contaminación atmosférica, acústica y lumínica.
Por último, dado que la pandemia de Covid-19 sigue afectando a la habitabilidad de muchas metrópolis, se toma nota del porcentaje de la población que está totalmente vacunada en cada lugar, así como de los que tenían bajas tasas de infección.