La nave donde viajaron los turistas fue lanza desde la barriga de la nave nodriza, un avión de transporte de Virgin Galactic, el VMS Eve.
Por EFE/ Fotografía EFE/Virgin Galactic
El segundo vuelo comercial suborbital de la compañía Virgin Galactic, del multimillonario Richard Branson, y el primero con turistas a bordo, aterrizó sin dificultades este jueves en el desierto de Nuevo México (EE.UU.) tras volar unos 20 minutos y alcanzar la ingravidez, informó la compañía.
Virgin Galactic lanzó su segundo vuelo comercial suborbital, el Galactic 02, con tres turistas y tres tripulantes a bordo.
«Bienvenido de nuevo a la Tierra, #Galactic02! Nuestros pilotos, tripulación y nave espacial han aterrizado sin problemas en Spaceport America, Nuevo México», confirmó la empresa privada en la red social X (antes conocida como Twitter) tras unos 20 minutos de vuelo.
El despegue de la nave VSS Unity reutilizable se retrasó más de una hora, aunque finalmente pudo efectuarse a las 11:20 hora local (15:20 GMT) desde Spaceport America, en Nuevo México.
Los turistas que viajaron a bordo de la VSS Unity son el británico Jon Goodwin, de 80 años, un atleta olímpico y primer poseedor de boletos de Virgin Galactic, y Keisha Schahaff, de 46 años, y su hija Anastatia Mayers, de 18, de Antigua y Barbuda, que ganaron sus asientos en un sorteo que recaudó fondos para la organización sin fines de lucro Space for Humanity.
La tripulación estuvo compuesta por el comandante C.J. Sturckow, la piloto Kelly Latimer y la instructora de astronautas de Virgin Galactic que entrenó a los pasajeros para su vuelo, Beth Moses.
El objetivo era «lograr varios hitos históricos y promover la misión de Virgin Galactic de ampliar el acceso al espacio», dijo la empresa en un comunicado.
Varios minutos después del despegue, los pasajeros soltaron sus cinturones de seguridad para disfrutar por breve tiempo de la ingravidez y luego regresaron a sus asientos, según se pudo observar en una transmisión en directo desde la cabina del avión.
El octogenario Goodwin, quien lucha desde 2014 contra la enfermedad de Parkinson, dijo en un comunicado que espera inspirar a otros que enfrentan dificultades similares al ser uno de los primeros turistas de Virgin Galactic en lanzarse a la aventura espacial.
En un video publicado este jueves por Virgin Galactic, Keisha Schahaff señaló que este es un sueño hecho realidad, ya que desde niña pasaba largas horas mirando el cielo desde el Caribe.
«No puedo esperar para volar por encima de la atmósfera terrestre y experimentar la energía diferente de aquí en la Tierra. Representar a mi isla, Antigua, es un verdadero honor. Espero que mi viaje inspire a otros a alcanzar sus sueños también», expresó.
El VSS Unity no alcanzo la órbita terrestre, pero su trayectoria proporcionó varios minutos de ingravidez a los pasajeros, a una altitud lo suficientemente alta como para ver la curvatura de la Tierra contra la negrura del espacio, según el medio especializado Space.com.
La nave donde viajaron los turistas fue lanza desde la barriga de la nave nodriza, un avión de transporte de Virgin Galactic, el VMS Eve.
Este último elevó el VSS Unity hasta una altitud de unos 15.000 metros. En ese momento, el Unity se desprendió y encendió su motor y ascendió al espacio suborbital. Luego descendió como un «planeador», matizó Virgin Galactic durante la transmisión.
Según un comunicado de la empresa, el Galactic 02 es el séptimo vuelo espacial de Virgin Galactic, su segundo vuelo espacial comercial y el primero con turistas espaciales.
En junio pasado, Virgin Galactic realizó su primer vuelo comercial, tras completar con éxito un trayecto de 90 minutos durante el cual alcanzó la frontera entre la atmósfera terrestre y el espacio.
La nave estaba comandada por Mike Masucci y tuvo como piloto al exmiembro de la Fuerza Aérea de Italia Nicole Pecile, quien ahora trabaja para Virgin Galactic y cumplió con ese su primer vuelo espacial.
A bordo de la VSS Unity viajaron el exastronauta Colin Bennett y los italianos Walter Villadei y Angelo Landolfi, de la Fuerza Aérea Italiana, así como el ingeniero Pantaleone Carlucci, del Consejo Nacional de Investigación de Italia, quienes estuvieron a cargo de realizar 13 experimentos en el entorno de la microgravedad.
De acuerdo a medios especializados, los billetes para volar en el Unity pueden ascender hasta unos 450.000 dólares (414.000 euros) y si todo marcha bien Branson comenzará a ofrecer viajes mensuales a los clientes.