La ley 10.216 (Ley de Comercio al Aire Libre) permite desde el 2022 a todos los municipios autorizar sillas y mesas en aceras con reglas de accesibilidad y convivencia, lo que beneficia a las micro, pequeรฑas y medianas empresas (MIPYMES) del paรญs.
Por Revista Summa
A veces, lo que una ciudad o barrio necesita para volver a encontrarse es tan sencillo como sacar la mesa a la calle. Ver a la gente conversar en las aceras, escuchar cubiertos y risas, oler el cafรฉ reciรฉn hecho, son seรฑales de que una comunidad estรก viva. Desde esta mirada del diseรฑo urbano y comercial, el marco nacional vigente desde marzo de 2022 (Ley 10.216 โ Comercio al Aire Libre), abre una oportunidad para que Costa Rica active sus calles y fortalezca la vida de barrio, al permitir que las municipalidades habiliten el comedor al aire libre para que sodas, cafeterรญas y restaurantes puedan colocar mobiliario liviano frente a sus locales, sin comprometer el paso y cuidando la convivencia.
Esta ley no autoriza โapropiarseโ de la acera; propone compartirla. Cuando el espacio pรบblico se cuida, ciudades y barrios se vuelven mรกs vivos, por lo que la gente permanece, conversa y camina, y la calle recupera su papel de punto de encuentro. Comer y reunirse al aire libre tambiรฉn eleva la calidad de vida y el bienestar compartido en su poblaciรณn.
Para los pequeรฑos negocios, sumar unas mesas afuera puede traducirse en mรกs aforo y ventas sin obras ni grandes inversiones. En Costa Rica, laย actividad de restaurantes y otros servicios de comidas mรณvilesย reรบne 1.820 empresas, y entre los emprendimientos โAlimentaciรณn y Gastronomรญaโ concentra 202 casos (23,2%), por lo que ordenar el uso de la acera podrรญa significar una oportunidad directa para este sector.
โEste proyecto puede activar una cadena de vida cotidiana. Es una actividad que multiplica recorridos, quien come afuera tambiรฉn observa vitrinas, saluda al vecino, compra cafรฉ para llevar, y, bien planificado, no excluye a nadie: paso libre, sillas y mesas que se pueden mover sin complicaciones, un poco de sombra cuando estรก muy soleado o de resguardo si llueve. Asรญ, cada frente comercial deja de ser solo una puerta y se convierte en un pequeรฑo imรกn.โ, explica Christian Castro, Socio y director de Diseรฑo de Espacios y Experiencias Comerciales de Gensler.
Otros lugares ya aplican un modelo similar, como en Ciudad de Mรฉxico, con el proyectoย Ciudad al Aire Libre; en la capital de Colombia conย Bogotรก a Cielo Abierto; la ciudad deย Nueva Yorkย formalizรณ Dining Out NYCย porque que ha tenido buenos resultados para el empleo; y Madrid en Espaรฑa, con su proyecto de unaย nueva Ordenanza de Terrazas y Quioscos de Hostelerรญa y Restauraciรณn, pretende conciliar la ocupaciรณn del espacio pรบblico y el disfrute de lugares de ocio para sus habitantes.
ยฟCรณmo se puede implementar?
Si bien existe una ley que habilita el comercio al aire libre, la forma de aplicarla y la normativa especรญfica dependen de cada municipalidad. Desde el diseรฑo urbano y comercial, Gensler identifica algunas recomendaciones generales para abrir el negocio a la calle mediante una ruta simple en la que el diseรฑo sea un aliado en la implementaciรณn de la ley. El montaje del mobiliario puede realizarse con estructuras de aluminio o de polietileno de alta densidad tipo madera, materiales de bajo mantenimiento y alta resistencia al clima.
Es importante mantener al menos 46 centรญmetros entre sillas ocupadas para asegurar confort y permitir el movimiento. Para la ocupaciรณn de la acera, debemos tener en cuenta siempre las regulaciones locales, pero la distancia mรกxima tรญpica hacia el espacio pรบblico para colocar mesas es de alrededor de 1,8 metros. Ademรกs, crear una separaciรณn entre el paso de personas y las mesas con maceteros u otros elementos ayuda a generar sentido de lugar, privacidad y belleza en el entorno urbano.
โEs mejor empezar desde lo pequeรฑo en una esquina, escuchar al vecindario, ajustar lo necesario y replicar solo donde funciona. Con esos cuidados, la acera deja de ser trรกnsito y se vuelve sala comรบn, los negocios ganan vida y la ciudad tambiรฉn.ย Con esta herramienta, los comercios pueden probar sin grandes inversiones, el vecindario ve resultados rรกpidos y la calle descubre su mejor versiรณn antes de llevarla a mรกs cuadras.โ, explicรณ Christian Castro, Socio y director de Diseรฑo de Espacios y Experiencias Comerciales de Gensler.
Presencia ciudadana que fortalece la seguridad
En un contexto donde la inseguridad y la pรฉrdida de vitalidad urbana preocupan a muchas personas, activar las calles mediante la gastronomรญa, la cultura y la convivencia puede ser una herramienta real de bienestar colectivo, y la seguridad llega desde la gente: con mรกs ojos en la calle, mรกs compaรฑรญa y una mejor percepciรณn de cuidado del entorno.
Ampliar los negocios a las aceras, es un gancho para atraer empleo y dinamismo, donde las MIPYMES pueden encontrar un impulso real para sostener puestos de trabajo y atraer clientes. A la vez, florecen identidad y turismo urbano con rutas gastronรณmicas, ferias y fines de semana con mรกs movimiento. Y, cuando hay orden, limpieza, y buena iluminaciรณn, el espacio pรบblico deja de ser de paso y se convierte en un lugar para quedarse.ย
Los efectos positivos de esta normativa pueden observarse en tres niveles.
Mรกs que habilitar mesas, el comercio al aire libre convierte la entrada del negocio en un punto de encuentro con la ciudad, al proteger el paso, da certeza a los locales y vuelve agradable quedarse.ย En tรฉrminos prรกcticos, el impacto se despliega en tres niveles:
Para las MIPYMES, esta ley puede ser una oportunidad de crecimiento. En un paรญs donde la mayorรญa de restaurantes, sodas y cafeterรญas son microempresas familiares, la posibilidad de sumar unas mesas adicionales puede traducirse en mayor capacidad, ingresos y visibilidad. El espacio pรบblico se convierte en una extensiรณn natural del negocio y, a la vez, en un escaparate para la identidad local.
Para las municipalidades, abre la posibilidad de un canal de colaboraciรณn con uno de los sectores mรกs dinรกmicos de la economรญa urbana. Mรกs locales activos implican calles mรกs vivas, mejor cuidadas y con mayor recaudaciรณn por permisos y patentes. Tambiรฉn contribuye a fortalecer el sentido de pertenencia y la percepciรณn de seguridad en zonas comerciales que han perdido atractivo en los รบltimos aรฑos.
Para la ciudadanรญa, el beneficio es intangible pero profundo: recuperar el derecho a disfrutar la ciudad. Las aceras pueden volver a ser lugares de encuentro, conversaciรณn y cultura. Una ciudad donde la gente quiere quedarse, no solo pasar, es una ciudad mรกs humana.
โEl comercio al aire libre puede ser una clara oportunidad para que el diseรฑo contribuya de forma tangible al mejoramiento de nuestras ciudades y barrios y, al mismo tiempo, fortalezca el sentido de pertenencia. Si ordenamos la acera con detalles simples la calle se vuelve sala comรบn, y las MIPYMES ganan vitrina y flujo sin grandes inversiones, la seguridad nace de lo cotidiano, de la gente presente que se encuentra y se cuida. Esa suma de decisiones bien pensadas, repetida cuadra a cuadra, hace que la ciudad funcione mejor para todas las personas.โ, finalizรณ Christian Castro, Socio y director de Diseรฑo de Espacios y Experiencias Comerciales de Gensler.

