Expertos de la región coincidieron en que el empleo digno, la formación continua y la regulación ética de la tecnología son pilares del futuro laboral.
Por Revista Summa
La inteligencia laboral o Employment Intelligence se consolidó como la gran protagonista del Foro Regional BDS-Littler 2025, un espacio que reunió a expertos de la región para debatir sobre los cambios más profundos que atraviesa el mundo del trabajo. El encuentro, que se llevó a cabo el pasado 12 de setiembre, destacó la urgencia de que empleadores y líderes de Recursos Humanos cuenten con herramientas que les permitan anticiparse, gestionar transformaciones y responder con visión estratégica a un entorno cada vez más desafiante.
El foro abrió con un diagnóstico del mercado laboral costarricense: la tasa de ocupación alcanzó el 50,7% en el segundo trimestre de 2025, con una brecha marcada entre hombres (61,7%) y mujeres (39,6%). Aunque el desempleo nacional descendió a 7,4%, persisten desafíos estructurales como el alto porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan (más del 15%) y las desigualdades de género, mientras Costa Rica mantiene el salario mínimo más alto de América Latina.
Sobre esta base, los panelistas exploraron cuatro grandes ejes. El primero se centró en la irrupción de la inteligencia artificial, que ya transforma la productividad y las formas de colaboración. Se resaltó que el verdadero reto es pasar del miedo inicial a una visión de oportunidad, con las personas siempre en el centro de la innovación tecnológica.
“El futuro del trabajo ya está en marcha y debe edificarse sobre la inclusión, la innovación y la justicia social. La transformación laboral requiere seguridad jurídica: solo con reglas claras y aplicables podremos dar confianza a empleadores y trabajadores en este proceso de cambio, siempre recordando que los trabajadores deben estar en el centro de las decisiones”, destacó Marco Durante, socio director de BDS Asesores.
En la segunda discusión, se abordó la urgencia del upskilling y reskilling: hasta el 50% de las actividades laborales podrían automatizarse, pero con procesos adecuados de reconversión es posible cubrir el 70% de esas transiciones sin pérdida de empleos.
El tercer bloque puso énfasis en la diversidad y la inclusión como pilares del empleo digno, destacando experiencias empresariales que integran personas con discapacidad y promueven la equidad como motor de sostenibilidad organizacional.
“El verdadero valor del upskilling no es competir contra la inteligencia artificial, sino aprender a complementarse con ella para generar más oportunidades. Además, hablar de empleo digno y diverso ya no es un ideal, es un estándar mínimo que las empresas deben cumplir si quieren ser sostenibles y competitivas”, agregó Durante.
Finalmente, se discutieron las tendencias laborales que atraviesan a Centroamérica: la informalidad, las brechas educativas, el desempleo juvenil y, al mismo tiempo, las oportunidades de la digitalización, la transición hacia economías más sostenibles y la integración a cadenas globales de valor.
El Foro Regional BDS-Littler 2025 dejó un mensaje claro: la transformación laboral no es un desafío a futuro, es una realidad presente que demanda acción inmediata. La clave estará en colocar siempre a las personas en el centro, fortaleciendo la educación continua, regulando éticamente la tecnología y promoviendo entornos laborales más inclusivos y competitivos.