El sector de las aerolíneas también reclama, como tercera prioridad, que se implemente el Cielo Único Europeo.
Por EFE
Las principales aerolíneas de la UE trasladaron hoy a la Comisión Europea y a la Eurocámara sus prioridades para el nuevo ciclo político comunitario, que pasan por reforzar la competitividad de las compañías, apoyarlas en la descarbonización, reformar el espacio aéreo y completar el mercado único.
«Las aerolíneas están a la vanguardia absoluta en cuanto a generar crecimiento y competitividad. La aviación debe ser un pilar central en la política de transporte de la UE en el próximo mandato», dijo en rueda de prensa el consejero delegado de Ryanair y presidente de turno de A4E, Michael O’Leary.
En una carta enviada este miércoles a las instituciones comunitarias, los responsables de diecisiete grupos aéreos europeos, que representan al 80 % del sector indican sus prioridades para que en los próximos cinco años la UE mantenga la competitividad de sus aerolíneas, que representan el 4 % del PIB europeo y emplean directamente a más de 400.000 personas.
Cuatro ejes
De inicio, se apoyan en el Informe Draghi, que funciona como hoja de ruta oficiosa para el próximo Ejecutivo comunitario, para recordar que el análisis del expresidente del Banco Central Europeo llama a eliminar los riesgos de «fugas de carbono».
En una invitación velada a no imponer a las aerolíneas europeas exigencias climáticas que no recaen sobre sus competidores extracomunitarios, las compañías comunitarias piden «cerrar los agujeros legales» que facilitan esas fugas de carbono.
En segundo lugar, piden ayuda pública para retirar CO2 de sus operaciones, recordando que Mario Draghi cifra en 61.000 millones de euros al año hasta 2050 para mitigar las emisiones de las «industrias difíciles de descarbonizar», como la aviación, que supone en torno al 4 % del total del CO2 liberado en la UE.
«El nuevo Pacto Industrial Limpio debe incluir a la aviación, para aumentar la producción y reducir los costes de los combustibles sostenibles para la aviación (SAF), incentivar la inversión en tecnologías limpias innovadoras y apoyar la transición hacia las cero emisiones netas», señalan en la carta.
El consejero delegado de International Airlines Group (IAG), matriz de Iberia y British Airways, Luis Gallego, señaló en rueda de prensa que la industria necesita «combustibles bajos en carbono, pero el coste es un desafío para la competitividad».
«Tenemos que desarrollar tecnologías bajas en carbono como los SAF en Europa» y «necesitamos más apoyo público para la producción» porque actualmente es «entre dos y tres veces más caro» que el combustible tradicional, que es «el coste más alto que asume una aerolínea».
«Con estos precios será muy difícil seguir siendo rentables», añadió.
El sector de las aerolíneas también reclama, como tercera prioridad, que se implemente el Cielo Único Europeo que reorganizaría la gestión del tráfico aéreo en la UE de una manera más eficiente, pero que retiraría competencias a los Estados miembros.
«La situación en toda Europa está empeorando. Este verano, los pasajeros enfrentaron niveles sin precedentes de retrasos en el control de tráfico aéreo (…), aumentaron un 8 1%, lo que llevó a los peores retrasos que hemos visto en el espacio aéreo europeo (…). No podemos repetir eso el próximo año», dijo O’Leary.
El Cielo Único Europeo es «la forma más rápida y económica de reducir las emisiones de carbono», agregó el fundador de Ryannair, quien cifró en un 10 % la reducción de CO2 que podría alcanzarse.
Por último, las compañías aéreas piden «completar el mercado único» de forma que se proporcione «claridad legal a pasajeros y aerolíneas y asegurando una supervisión efectiva y objetiva de todas las partes involucradas», en referencia al impacto de las huelgas nacionales convocadas en países de tránsito, las indemnizaciones y de los impuestos domésticos «verdes».
«Llamamos a la nueva Comisión a reformar los derechos de los pasajeros, que se han convertido en una estafa multimillonaria», dijo O’Leary, que protestó porque las aerolíneas están «atrapadas en el medio» y tienen que asumir indemnizaciones por retrasos cuya responsabilidad atribuyen a la escasez de controladores aéreos.
O’Reily también se quejó de las tasas verdes que algunas jurisdicciones aplican a las aerolíneas y celebró que «algunos gobiernos europeos, como el de Suecia, Irlanda y Hungría, y algunas regiones, están empezando a eliminar los impuestos a la aviación».
«Sin embargo, nos preocupa mucho, por ejemplo, los rumores de que el gobierno francés y quizás el gobierno del Reino Unido, en sus próximos presupuestos, intenten nuevamente usar a los pasajeros aéreos como víctimas de sus aumentos de impuestos», avisó.
La directora gerente de A4E, Rania Georgoutsakou, aseguró que el cambio de ciclo político en Bruselas brinda «la oportunidad y la obligación de poner el transporte y la conectividad de nuevo en el centro de Europa» y agregó que «volar siempre será una parte esencial de cómo Europa, tanto las personas como las empresas, se conecta entre sí y con el mundo».