Con el nuevo plan, los autobuses llevan a los migrantes directamente al CATEM para evitar la aglomeración en Paso Canoas.
Por EFE
Las autoridades de Costa Rica comenzaron a implementar un plan coordinado con Panamá para evitar que cientos de migrantes que cruzan el continente se aglomeren en la zona fronteriza en condiciones de hacinamiento.
La Dirección General de Migración de Costa Rica informó que la madrugada de este martes ingresaron al país 10 autobuses desde Panamá, que se dirigieron a un Centro de Atención Temporal para Personas Migrantes (CATEM) en el cantón de corredores, un sitio que había sido habilitado para atender flujos migratorios en años recientes.
«Los buses fueron chequeados en la frontera por oficiales de la Policía Profesional de Migración y dirigidos hacia el CATEM Sur, donde se realizarán el proceso de compra de tiquete y abordaje de los buses hacia frontera norte», explicó la Dirección de Migración.
El fin de semana las autoridades trasladaron hacia el CATEM a los migrantes que estaban aglomerados en condiciones de hacinamiento en un campo ferial de la localidad fronteriza de Paso Canoas, donde quedaban varados al no contar con los 30 dólares que cuesta el boleto de autobús hacia la frontera con Nicaragua.
Con el nuevo plan, los autobuses llevan a los migrantes directamente al CATEM para evitar la aglomeración en Paso Canoas, y allí los migrantes pueden abordar los autobuses hacia la frontera con Nicaragua o permanecer allí albergados.
En los últimos meses los vecinos de Paso Canoas protestaron por la inseguridad y riesgos a la salud pública que generaba la situación del campo ferial, ante lo que el Gobierno costarricense se comprometió a ofrecer soluciones.
Hasta septiembre el Gobierno de Costa Rica contabilizaba el paso de más de 320.000 migrantes durante el 2023 y declaró emergencia nacional con el fin de agilizar la movilización de recursos para atender la situación.
Los datos oficiales de Costa Rica indican que a septiembre de 2023 habían ingresado por la frontera con Panamá 320.110 migrantes, de los cuales 214.146 (68 %) son venezolanos, seguidos por 37.156 ecuatorianos; 21.255 haitianos; 16.294 chinos; 8.851 colombianos; 2.593 chilenos; 2.536 indios, 2.413 afganos, 2.144 peruanos y 12.722 de otras nacionalidades.
Según estos datos de la Dirección General de Migración, 274.242 de los migrantes son adultos y 45.868 son menores de edad.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, ha dicho en varias ocasiones que el Gobierno va a deportar a los migrantes que no respeten las leyes en Costa Rica e incluso anunció la semana pasada que hay en curso una veintena de procesos de deportación a personas que generaron disturbios contra la policía en la zona fronteriza de Paso Canoas.