Provincia atrae actualmente cerca de US$400 millones entre 12 desarrollos hoteleros, principalmente de lujo.
Por Revista Summa
El mercado inmobiliario de lujo del Pacífico Norte de Costa Rica, específicamente la provincia de Guanacaste atraviesa una fase de expansión que podría extenderse por los próximos 5 años. La llegada de nómadas digitales, jubilados norteamericanos y el fortalecimiento de la imagen internacional de Costa Rica como destino turístico natural han potenciado la tendencia, a pesar de los vestigios de la
pandemia.
Así lo determina un reporte del equipo de Market Research de Newmark Central America, liderado por Danny Quirós. De acuerdo con datos de la empresa consultora en bienes raíces comerciales, Guanacaste atrae actualmente cerca de US$400 millones entre 12 hoteles, la mayoría de lujo, además de complejos de residencias desarrollados alrededor de dichos complejos turísticos.
A pesar de que durante la pandemia, muchos de estos proyectos de hospitalidad y uso mixto se detuvieron, hoy se encuentran en fases de diseño, permisos y construcción.
“La recuperación gradual del turismo hacia Guanacaste a través del retorno de las principales aerolíneas y frecuencia de rutas de nuestros principales mercados luego de la pandemia, ha motivado la reactivación de proyectos de hoteles y uso mixto ejecutados por inversionistas locales y extranjeros”, explica Danny Quirós, director de Market Research de Newmark Central America.
“Residencias de marca”
Uno de los principales impulsores de esta expansión inmobiliaria en Guanacaste son las llamadas “residencias de marca” o “branded residences”, las cuales consisten en complejos residenciales de lujo que se desarrollan con el respaldo de una marca hotelera de prestigio internacional.
La ventaja para los usuarios es contar con casas privadas, pero con todos los servicios que un resort de este calibre puede ofrecer. Mientras tanto, los inversionistas y desarrolladores colocan el metro cuadrado en precios que pueden ser de 2 a 3 veces mayores que residencias sin el componente de uso mixto, según estimaciones de Newmark.
“El desarrollo y venta de “branded residences” en el sector de Guanacaste se mantuvo estable incluso durante los meses más críticos de la pandemia, lo cual demuestra la consolidación de una fuerte demanda en la actualidad”, señaló Danny Quirós.
De acuerdo con las investigaciones de Newmark, se espera que esta tendencia de expansión continúe al menos por los próximos 5 años.
Detrás del nuevo “boom”
Tras varios años de recesión desde la crisis de las hipotecas subprime en 2008, la inversión en la costa del Pacífico de Costa Rica quedó paralizada hasta hace aproximadamente 5 años, cuando se apreció una recuperación en la industria inmobiliaria gracias a la inversión pública en infraestructura, la reactivación de la demanda y al posicionamiento global del país en cuanto al desarrollo sostenible de la industria turística.
Hoy, emergiendo de una pandemia, más jubilados estadounidenses quieren retirarse en un lugar donde puedan conectarse con la naturaleza. Además, la aprobación de la ley para nómadas digitales, que brinda incentivos especiales, visas específicas o regímenes fiscales favorables para personas extranjeras que pueden trabajar de manera remota.
Este programa busca atraer talento extranjero y promover el turismo y la economía local. Por otro lado, los esfuerzos continuos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) por posicionar a Costa Rica a nivel mundial como un destino para conectarse con la esencia de la vida: la naturaleza, el bienestar, la cultura y la aventura, junto con las nuevas tendencias del teletrabajo y los nómadas digitales, resultará en una mayor demanda de hospitalidad a largo plazo en hoteles de playa, predice Newmark.
“Costa Rica se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar este impulso y ofrecer a los inversores oportunidades excepcionales en la costa del Pacífico. La combinación única de su rica biodiversidad, infraestructura en desarrollo y el enfoque en el turismo sostenible hacen de Costa Rica un destino incomparable para aquellos que buscan un equilibrio entre la inversión y la conexión con la naturaleza”, concluye Quirós.