Este año, el recinto se convirtió en la primera organización en América Latina en obtener el sello WISG, que certifica la Calidad Gastronómica Sostenible y Saludable.
Por Daniel Rosales
En la industria de eventos y reuniones, la gastronomía se posiciona como uno de los elementos más importantes a la hora del proceso al desarrollar una actividad.
Ante esta realidad, desde su creación y hasta la fecha, el Centro de Convenciones de Costa Rica (CCCR), ha impulsado la gastronomía local y sostenible en más de 800 eventos, logrando un encadenamiento positivo entre proveedores y agricultores por medio de la cocina, que los ha llevado a fortalecer los enlaces y buenas relaciones con visitantes nacionales e internacionales.
Maximiliano Chacón, director Comercial del Centro de Convenciones de Costa Rica, explica que la gastronomía dentro del marco de la sostenibilidad es un aspecto muy relevante. «Hemos entendido que al ser parte de un recinto donde se celebran muchos eventos tenemos la oportunidad de impactar a más personas a degustar de la gastronomía sostenible, la cual tiene un impacto social y de la salud. Actualmente, estamos trabajando en un registro de datos para tener identificados a productores locales que nos pueden brindar la materia prima para hacer participe a todos los costarricenses en este proceso».
En el año 2019, el recinto se sumó al Plan Nacional de la Gastronomía Costarricense Sostenible y Saludable (PNGCSS), demostrando un firme compromiso con el tema al implementar la metodología y principios establecidos en dicho plan. Como resultado en el mes de enero de este año, el recinto se convirtió en la primera organización en América Latina en obtener el sello WISG, que certifica la Calidad Gastronómica Sostenible y Saludable.
«Desde este 2023 y para 2024 buscamos la ruta de lograr un certificación de carbono neutralidad, buscando aportar y poder multiplicar la certificación al entorno, proveedores, clientes entre otros, adaptarnos a las nuevas necesidades, impregnar nuestra propuesta gastronómica de una identidad costarricense, probar alimentos propios, adosar los productos y continuar siendo referentes sostenibles de la industria de reuniones de Costa Rica», explica.
El CCCR ha implementado prácticas integrales que destacan por su enfoque sostenible, entre las cuales, se encuentran el máximo aprovechamiento de los alimentos, la creación de un menú balanceado, la gestión adecuada de los desechos orgánicos, la firma de un convenio con el INA para promover la educación dual de estudiantes de gastronomía en sus instalaciones y su programa de colaboración social, a través del cual se han logrado donar 272 kg de alimentos a personas sin hogar.
Para el año entrante se enfrentan al desafío de llegar más a las necesidades de los individuos, así como el reto en la parte de tecnología y de seguir innovando. Además, necesitarán estar a tono para ponerlas al servicio de los eventos que generen valor y así poder entender las oportunidades para continuar aportando a los objetivos tanto del CCCR como del país.