Mediante la ejecución de diferentes iniciativas respaldadas por la multilateral, Nicaragua es el segundo país en la región centroamericana en lograr la cobertura eléctrica universal.
Por Revista Summa
La electricidad, desde su descubrimiento hasta los inventos que nos han permitido disfrutar de sus usos, ha sido sinónimo de una mejor calidad de vida para la humanidad y es lo que pretende el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para los más de 5.2 millones de nicaragüenses por medio del apoyo financiero y técnico en seis proyectos que se ejecutan en el país para proporcionar una mejor cobertura, acceso y distribución de energía.
“La electricidad en las comunidades rurales activa sus economías, una familia ganadera sin energía no puede conservar sus productos, ni darles valor agregado, pero con un servicio de energía constante sí es posible, por poner un ejemplo. Es por ello que para nosotros es gratificante saber que, mediante una sólida ejecución de los proyectos en este sector, la calidad de vida de los nicaragüenses se está mejorando, así como la competitividad del país mediante el desarrollo de diversos proyectos económicos”, afirmó el presidente ejecutivo del BCIE, doctor Dante Mossi.
El Programa Nacional de Electrificación Sostenible y Energía Renovable (PNESER), que se ha ejecutado en tres tramos, ha permitido hasta la fecha llevar electricidad a más de 41,682 viviendas en comunidades rurales y propiciado la construcción de más 21,000 kilómetros de nuevas redes de distribución.
Por su parte, el Programa de Sostenibilidad del sector eléctrico de Nicaragua, que ha consistido en la rehabilitación y construcción de 3,000 kilómetros de líneas de distribución de energía eléctrica en media y baja tensión, ha permitido la normalización de 79,050 viviendas en 402 asentamientos urbanos, los cuales ahora cuentan con suministros a través de redes más eficientes y sostenibles, así como la implementación de medidores modernos.
Es gracias a los programas financiados por el BCIE, que es posible la rehabilitación y modernización de las Plantas Hidroeléctricas Centroamérica y Santa Bárbara (conocida como Carlos Fonseca), cuyas obras consistieron en la modernización de sus equipos electromecánicos y centros de control, incorporando tecnología de punta y un sistema de monitoreo en tiempo real de las hidroeléctricas que suman 100 Megavatios (MW) a la capacidad instalada de la generación de energía anual del Sistema Interconectado Nacional (SIN), lo que representa garantizar el 12.5% de generación a partir de esta fuente renovable.
La capital de Nicaragua, por su parte, se ha visto beneficiada con la construcción de la Subestación Central de Managua, que vino a dar respuesta al crecimiento de la demanda energética y ha fortalecido el sistema de distribución, generando un impacto positivo en la productividad de los negocios, empresas, universidades, hospitales y sitios públicos en beneficio de 142,987 personas que habitan y circulan en la ciudad.
Así mismo, en el 2021 se firmó un acuerdo para la modernización del Centro Nacional de Despacho de Carga (CNDC) y una nueva subestación en Bluefields, a través del Programa de Ampliación del Sistema de Transmisión Eléctrica de Nicaragua, en beneficio de 10,842 familias usuarias y 2,545 nuevos usuarios, para un total de 56,902 habitantes.
A partir de estas acciones y otras respaldadas por la multilateral, se ha contribuido a que Nicaragua se ubique como el segundo país en la región centroamericana en lograr la cobertura eléctrica universal.
Desde su fundación hace 62 años, el BCIE ha propiciado proyectos de electricidad como parte de sus ejes de desarrollo, convencidos que con energía eléctrica y un flujo constante de la misma se hace mucho más viable el desarrollo y crecimiento económico de la región.